Abeer Abu Khdair / Unión de Comités de Mujeres palestinas

Traducción: laCuerda

Lo que está sucediendo con la agresión sionista a la Franja de Gaza desde el 7 de octubre de 2023 hasta el día de hoy está aumentando el número de víctimas día tras día, especialmente entre los grupos más vulnerables de mujeres y niños que llegaron a miles, por lo que son crímenes de guerra y genocidio.

Las mujeres tanto como los hombres viven los efectos de las guerras y a menudo pasan por alto su dolor y pena para hacer de la nada una vida razonable con sus familias y mantenerlas a salvo, incluso bajo el continuo bombardeo sionista de Gaza.

Cuando ellas y sus hijos se alojan en centros de desplazamiento, generalmente las escuelas e instituciones de la Agencia de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina (UNRWA), sufren un hacinamiento que supera su capacidad debido al desplazamiento de residentes del norte y sur de la Franja de Gaza, lo que impide a las mujeres usar baños o dormir solas en habitaciones privadas. Falta de privacidad en medio de duras condiciones para proporcionar los medios mínimos de vida, además de sentirse muy avergonzadas y restringidas en lugares públicos. Bajo este estado de guerra las mujeres también realizan trabajos duros como cortar leña para cocinar alimentos y sentarse frente al fuego durante largos períodos al aire libre. Además, el cierre de los pasos fronterizos y la no entrada de ayuda y suministros sanitarios, lo que conlleva a una catástrofe, coincide con la ausencia de agua necesaria para la higiene, el baño e incluso para beber.

Ante la imposibilidad de que las mujeres embarazadas lleguen a los hospitales, constituyeron comités de parto en lugares de refugio; algunas de ellas perdieron su feto, hay partos complicados que llevaron a la muerte de la madre y el niño juntos, y se hizo difícil buscar una partera, enfermera o médico para salvar a la madre o al niño. El parto se convirtió en una maldición para la mujer embarazada, seguido del aborto, el sangrado, la fiebre luego los efectos en la salud, incluida la extirpación del útero de más de una señora por la imposibilidad de realizar cualquier procedimiento quirúrgico que salva la situación.

La vida de las mujeres en Gaza es un cúmulo de falta de alimentos, pobreza, ausencia de vivienda, frío y sufrimiento indescriptible, además de angustia psicológica frente a las necesidades de las niñas en las escuelas y campos de refugiados con la falta de agua y medios de cuidado personal y condiciones difíciles. Todas estas son presiones psicológicas que sufren como resultado de los efectos catastróficos de esta guerra, desde el abandono de sus hogares, pasando por la pérdida de satisfactores para necesidades de la vida, hasta la pérdida de miembros de sus familias e hijos.

Desde el estallido de la devastadora guerra en la Franja, Israel ha cortado el suministro de agua, alimentos, medicinas, electricidad y combustible a la población de Gaza, unos 2.3 millones de personas que ya sufren condiciones extremadamente deterioradas debido a un bloqueo de 17 años.

Durante décadas, las mujeres palestinas han sido objeto de un ataque de discriminación y violencia sistemática de múltiples niveles debido a la ocupación sionista y al asalto a la dignidad y los derechos «de las mujeres palestinas  que  ha  adquirido  nuevas  y  aterradoras dimensiones desde el 7 de octubre, cuando miles de ellas se han convertido en víctimas de crímenes de guerra, crímenes contra la humanidad y genocidio.

La ocupación continúa al mismo ritmo que la comisión de crímenes de genocidio en la Franja de Gaza, más de dos semanas después de la decisión de la Corte Internacional de Justicia de poner fin  al  genocidio  contra  civiles,  mientras  los  asesinatos  de  civiles continúan a gran escala, privándolos de sus derechos humanos más básicos,  continuando  su  asedio,  hambruna  y  manteniéndolos  sin alimentos, agua y medicinas.

El ejército de ocupación sigue destruyendo de forma sistemática y generalizada zonas residenciales y barrios, así como infraestructuras e instalaciones civiles, lo que ha convertido de facto la mayor parte de la Franja de Gaza en un lugar inhabitable.

En lugar de facilitar la entrega de ayuda a la Franja de Gaza, la ocupación intensificó sus medidas para restringir el acceso a través de varios mecanismos, incluida la interrupción del paso de camiones que se dirigían a las zonas septentrionales del Valle de Gaza, donde cientos de miles de residentes padecen hambre real y privación continua y grave de alimentos, mientras que todavía hay altos indicadores del inicio de la propagación de la hambruna en esa zona.

El ejército de ocupación detuvo a miles de personas de la Franja de Gaza y las sometió a numerosas violaciones y abusos, el asesinato y la ejecución de prisioneros, incluidos civiles; saqueos e incendios de viviendas se están llevando a cabo sistemáticamente, la ocupación sigue aplicando el delito de desaparición forzada contra los detenidos de Gaza al privarlos de reunirse con un abogado durante otros cuatro meses.

Miles de víctimas siguen bajo los escombros y en las calles, la ocupación impide el acceso de los equipos de ambulancias y de la defensa civil para llegar hasta ellos.

El número de víctimas de la agresión sionista ha ascendido a 28 mil 064 mártires y 67 mil 611 heridos desde el 7 de octubre pasado.

La ayuda humanitaria recibida por la Franja de Gaza cubre sólo el 10 por ciento de las necesidades. Más de un millón de personas en Rafah se enfrentan a una importante escalada, muchas de ellas viviendo en tiendas de campaña y refugios improvisados, sin ningún lugar seguro en Gaza, y los  repetidos  desplazamientos  forzados  han empujado a la gente a Rafah que están atrapados sin otra opción. A diario mueren civiles en Gaza, la ocupación no aplicó la decisión del Tribunal de Justicia de dejar de matar civiles, nunca ha respetado el derecho internacional y se le ha permitido violar la ley desde 1967. La ocupación sigue practicando la limpieza étnica en Gaza, Cisjordania y Jerusalén Este.

Por último, deseamos a nuestro pueblo palestino la libertad de la ocupación sionista que practica su horrible fascismo contra nuestro pueblo. La libertad es inevitable, y afirmamos el derecho al retorno y el establecimiento de nuestro Estado palestino independiente desde el mar hasta el río, con Jerusalén como su capital.