Rosario Orellana / La Cuerda

El 27 de septiembre inició una campaña de 10 días en solidaridad con la familia Molina Theissen porque se cumplen ya 43 años desde que Marco Antonio, a los 14, fue secuestrado y desaparecido por el ejército de Guatemala, y de que su hermana Emma, una joven militante en tiempos de la guerra contrainsurgente, enfrentara brutales violencias mientras el mismo ejército la retuvo de manera ilegal. Poco más de cuatro décadas en las que doña Emma y sus tres hijas han sostenido una feroz lucha en búsqueda de la verdad y la justicia. 

laCuerda se sumó a las acciones con las que se busca poner nuevamente sobre la mesa la historia de esta familia, las vicisitudes que han enfrentado y aquellas de las que se han sobrepuesto en todo este tiempo; también visibilizar cómo desde el amor y la determinación han logrado que su caso llegue a cortes internacionales y éstas emitan sentencias en las que, por un lado, se evidencia el papel que jugó el Estado en los hechos declarados, y por el otro, ordenen a Guatemala adoptar procedimientos legales, administrativos y de cualquier índole, favoreciendo a la creación de un sistema de información genética, que hasta la fecha sigue sin existir. Se exige además que se conozca el paradero de Marco Antonio, así como de las y los cinco mil niñas y niños desparecidos, y el de las 45 mil personas adultas, víctimas de desapariciones forzadas. 

Unirnos a esta campaña es un acto de profunda admiración y respeto a la familia Molina Theissen, quienes se han constituido como ejemplo de dignidad. Sin titubeos en La Cuerda, decidimos acompañar este camino en el que esperan hallar información que les permita cerrar heridas que incluso hoy los convictos quieren empañar buscando recursos espurios para ser beneficiados y eximir su culpa por las atrocidades cometidas. 

Durante una entrevista reciente a Emma, a través del programa de laCuerda en la franja «Voces de Mujeres», reconoció que la justicia en el país aún es un anhelo, pero que eso no les ha quitado las fuerzas y las ganas para seguirla construyendo. «Esta es la manera en que siempre hemos elegido luchar, en apego a la humanidad y a los derechos humanos», y es que en un mundo azotado por las violencias que se cometen cotidianamente, es pertinente buscar nuevas formas de crear la justicia desde la organización y la solidaridad; coincidimos en que es la manera de terminar con las desigualdades. Una de ellas es que, tras seis años de existir una sentencia contra cuatro militares de alto rango, encarcelados por su responsabilidad en el caso de Marco Antonio y Emma,  todavía la misma no queda en firme mientras que la defensa y el Ministerio Público se empeñan en perseguir y criminalizar a la familia Molina Theissen. 

En este contexto en el que el sistema de justicia permanece cooptado y se empeña en resguardar a toda costa a los perpetradores de graves crímenes de lesa humanidad, coludido a un Estado indolente y displicente frente a los abusos, se convierte en una necesidad la creación de redes que transformen nuestras realidades, que actúen ante las injusticias y potencien las voces que rompan con las opresiones; aquellas que, a pesar del miedo que puede existir, se enfrentan a los grandes monstruos para poner un alto, resguardar la memoria y tejer lazos que acuerpan y sostienen. 

Para Emma, su familia, las familias de víctimas de desaparición forzada y para toda la población, la desesperanza no es opción. Luchar, resistir y persistir para que la verdad se conozca y la justicia llegue; únicamente garantizándola podremos encontrarnos con otras, otres y otros en equidad, justicia y armonía. 

Para conocer más sobre el caso de la familia Molina Theissen, podés ingresar a la página www.viajealaverdad.com y descargar la historieta con el relato completo. 

 

Imagen principal tomada de UDEFEGUA