Por: Rosario Orellana y Mercedes Cabrera/laCuerda
Este viernes se realizó, en el parque central, un homenaje a las víctimas de detención y desaparición forzada en manos del ejército de Guatemala durante la guerra en el país.
Raúl Nájera, integrante de H.I.J.O.S. comentó que “se conmemoran 39 años del crimen cometido en contra de 27 sindicalistas que fueron sacados a la fuerza de la sede de la Central Nacional de Trabajadores” argumentando que desde el 21 de junio de 1980 “se desencadenó una política de Estado; una estrategia contrainsurgente enfocada en desarticular el movimiento social, popular, estudiantil y revolucionario en Guatemala”.
Con un texto de grandes dimensiones y una serie de fotografías colocadas frente al monumento de las 56 niñas, Nájera explicó que este homenaje “busca reivindicar las ideas políticas, militancia y lucha” de las víctimas. Al mismo tiempo que forma parte de una serie de acciones que se estarán realizando con la etiqueta #NuestraArmaEsLaMemoria. “Es el arma más efectiva para transformar la situación del país como resabio de la guerra y de esas políticas”, añadió.
En esta misma jornada está programada la audiencia en la que la jueza Claudette Domínguez dictaminará si seis expatrulleros serán ligados o no, a proceso. Son acusados de violencia sexual en contra de mujeres Achi.
Raúl señaló que es muy simbólico realizar dicha audiencia en esta fecha. Detalló que la violencia sexual durante el conflicto interno tuvo un carácter de política de Estado destinada para la destrucción de la víctima y de comunidades enteras. “La mujer fue identificada como pieza clave en las dinámicas de las comunidades y el ejército supo que, para destruir a los grupos étnicos, debía atacarlas”, agregó.
El entrevistado concluyó que en Guatemala hubo genocidio, reivindicarlo es necesario para que “todo el mundo pueda reconocerlo y que se castigue a los responsables. Debemos demandar la dignidad de las víctimas”.