Por formar parte de la campaña #TengoMiedo, María Alejandra Morales fue despedida como consultora de la ONSEC por orden del presidente Alejandro Giammattei. Morales exige que cesen las represalias en su contra y que se garanticen los derechos de las mujeres.

Pia Flores / laCuerda

“Sería la persona más incoherente del mundo si ante la intimidación hubiera cedido y me hubiera quedado callada”, dijo Maria Alejandra Morales después de presentar un amparo contra el presidente Alejandro Giammattei ante la Corte de Constitucionalidad (CC) este miércoles 24 de marzo. 

Presentar el amparo no fue una decisión sencilla. “Me siento entre nerviosa, emocionada y con un poco de miedo porque el presidente ya mostró una reacción desproporcionada por una campaña que él percibió como algo personal. Me siento tranquila, paso firme”, concluye Morales después de pensar un momento.

El amparo presentado por Morales fue en contra del presidente Giammattei, el ministro de Trabajo, Rafael Eugenio Rodríguez Pellecer, y la ahora exdirectora de la Oficina Nacional de Servicio Civil (ONSEC), María Consuelo Ramírez Scaglia, quien hoy fue nombrada como la nueva Secretaria General de la Presidencia.

El recurso establece que en su caso fueron violados distintos derechos humanos, como la libre expresión, la privacidad y a una vida libre de violencia. Esa violación se materializó a través de la rescisión de su contrato de forma unilateral, ya que la única justificación que recibió fue el haber participado en la organización de la campaña #TengoMiedo.

“¿Qué gano yo si no denuncio? Todo lo que podía perder, lo perdí ya sin haber hecho nada, sin haber intentado atacarlos en ningún momento e igual me expusieron, expusieron a personas cercanas a mí, nos intimidaron, nos atacaron”, explica.

#TengoMiedo

Morales tiene 28 años y es consultora de comunicación estratégica. Estaba contratada en la ONSEC cuando el 14 de febrero de 2021, con otras mujeres, lanzaron la campaña #TengoMiedo en redes sociales. 

La campaña tenía como objetivo visibilizar los femicidios, los secuestros y la violencia contra niñas y mujeres en Guatemala y exigir acciones por parte de las autoridades. Duró tres días y desde su inicio se hizo viral con miles de mujeres que se sumaron desde redes para compartir la situación de vulnerabilidad que viven cada día.

Los siguientes datos demuestran la gravedad de una situación frente a la que el gobierno ha hecho poco:

En 2020, el Observatorio de la Mujer del Ministerio Público (MP) registró 59,037 víctimas por violencia contra la mujer en Guatemala. 1554 casos más que en 2019. Durante 2020 se activaron en promedio cuatro alertas Isabel-Claudina por día, mientras que en 2021 aumentaron a cinco alertas diarias.

En los primeros dos meses del 2021, 1073 Niñas, Niños y Adolescentes (NNA) fueron reportados como desaparecidos. Corresponde a 18 NNA desaparecidos, en comparación con 12 por día en 2020. En lo que va de este año 1,922 víctimas de violación han presentado denuncia, según el MP. 

Cuando la campaña #TengoMiedo arrancó, el gobierno en lugar de ofrecer una respuesta a la demanda ciudadana, creó una contracampaña bajo el hashtag #YoDenuncio. Además, Yolanda Sandoval, fiscal de la Fiscalía de la Mujer descalificó la campaña #TengoMiedo:

“No es válido transmitir mensajes, como los que andan circulando en algunas redes sociales, diciendo ‘Tengo Miedo’. No es así como se logra la justicia en este país”.

La cola machucada del presidente 

Según Morales al presidente Giammattei, no le cayó en gracia que se visibilizara la situación de violencia que viven a diario las niñas y mujeres, y enterarse que una de las organizadoras detrás de la campaña prestaba servicios al Estado. El tercer y último día de la campaña, el 17 de febrero, María Alejandra Morales fue citada al despacho del ministro de Trabajo, Rafael Rodriguez Pellecer, por orden de Giammattei.

“Me exigió una aclaración que él tenía que dar al presidente sobre el  por qué se me estaba vinculando, particularmente por parte de netcenters, con la organización de la campaña. Yo le dije que con gusto le preparaba la aclaración pero que supiera que yo iba a decir la verdad; sí soy organizadora de la campaña #TengoMiedo”, comenta Morales.

Ella recuerda que durante la reunión, que duró más de una hora, el ministro recibió varias llamadas de funcionarios de la Presidencia preguntando sobre su postura y reclamando por las entrevistas que daría sobre la campaña. Rodríguez dijo que iba a intentar mediar con el presidente Giammattei pero le indicó que se abstuviera de pronunciarse públicamente sobre la campaña. 

Una semana después María Alejandra Morales fue informada por el ministro de Trabajo, que el presidente Giammattei dio la instrucción de rescindir su contrato a partir del 1 de marzo. El mandatario entendía la campaña como un “ataque hacia las autoridades”. No solo hacia el presidente sino también en contra de la fiscal general, Consuelo Porras. 

Según Morales, el ministro Rodríguez insinuó que ella tenía la culpa de su propio despido:

“Usted es muy buena para hacer análisis de escenarios y mapeos de actores. No puedo creer que creando esta campaña usted no calculó que afectaría a su principal cliente, en este caso el Estado que paga por sus servicios. Esto obviamente es un ataque. Entiendo la postura del presidente de enojarse”. 

Otro factor que habría influido en su despido, según el mismo ministro de Trabajo, fue que el presidente Giammattei desconocía que ella había trabajado como Oficial de Comunicación Política Estratégica en la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG). 

Morales se negó a presentar ella misma su renuncia tal y como se lo pidió el ministro Rodríguez Pellecer. También se negó a firmar que fuera por “mutuo acuerdo”. Finalmente, la directora de la ONSEC, María Consuelo Ramírez Scaglia, rescindió el contrato de forma unilateral.

Fernanda Morales, directora de Comunicación del Mintrab, indicó que la institución emitirá una declaración hasta recibir la notificación de la CC para conocer el documento.La Secretaría de Comunicación Social de la Presidencia no respondió a la solicitud de una reacción ante el amparo presentado por Morales.

El miedo no solo paraliza

Morales no pide la reinstalación al puesto de trabajo que ocupaba. Explica que lo que busca es evitar que se tomen más represalias en contra de su persona, su familia y contra cualquier persona que haya estado involucrada en la campaña. 

Además exige que las instituciones involucradas garanticen los derechos violados, específicamente impulsando programas de atención a mujeres víctimas de violencia para facilitar los canales de denuncia.

“Es es realidad ratificar lo que la campaña buscaba. Que las autoridades se involucren para bien, aportando respuestas a esta situación de miedo”, dice Morales.

El hombre en el puesto de mayor poder y autoridad del país ordenó el despido de una mujer por alzar su voz ante la situación que viven las mujeres. El presidente Giammattei ejemplificó cómo el Estado no solo calla a las mujeres que denuncian sino que se hace cómplice. Morales aclara, que el abuso de poder en su caso, puede pasar a cualquiera y pone en riesgo los derechos de todas las personas.

“Este caso visibiliza precisamente lo que estábamos intentando denunciar en la campaña y eso fue lo que yo quería enfatizar con la presentación de este recurso. Yo era una persona que estaba accesible y bajo el dominio, digamos imaginario, del presidente. La represalia se materializó en mi contra, pero en realidad es una amenaza contra todas las mujeres que se sumaron al movimiento #TengoMiedo, porque es una forma de decir que no se vale que se expresen, ni que digan que viven con miedo”, explica Morales.

Para Morales es importante resaltar que a pesar de que sienta miedo, este no le paraliza. Está convencida de que es un sentimiento que se puede convertir en coraje y fuerza para que cada quien actúe según sus propias convicciones. En su caso alzar la voz y exigir cambios.