Hace cuatro años, el servicio de correos en Guatemala quedó en un limbo administrativo, legal y presupuestario. Desde entonces, enviar y recibir paquetes o cartas dentro y fuera del país se volvió una tarea imposible para la población guatemalteca. Desde hace algunos meses, la administración de la Dirección de Correos y Telégrafos comenzó a entregar algunos de los más de 60 mil paquetes retenidos en sus oficinas.

Kimberly López / laCuerda

Alejandra Estrada debía recibir un obsequio desde México, hace 3 años. “Un amigo me mandó un regalo hecho a mano”, recuerda.  El paquete fue enviado el 19 de enero de 2017 pero lo recibió hasta hace algunas semanas. “Solo lo mandaron sin explicación, ni disculpas. El sobre venía un poco lastimado”, relata.

En 2016, el servicio de correos en Guatemala se paralizó tras la finalización de un contrato de concesión entre el Estado de Guatemala y la empresa Correos de Guatemala. La concesión fue pactada en 2004, durante el gobierno de Oscar Berger y finalizó en la gestión de Jimmy Morales. El Congreso se negó a extender una prórroga.

Repentinamente, el Estado asumió las funciones del servicio postal y el fin de la concesión dejó una deuda de 2 millones de dólares por gastos terminales. Han pasado cuatro años y el servicio aún es irregular.

Jenifer Castellanos, comunicadora y relacionista de la Dirección de Correos, explica que apenas este año se empezaron a realizar entregas de paquetes con años de atraso. “Tenemos un call center donde se está notificando a la gente para que vengan a recoger sus paquetes. Empezaron a llamarlos desde junio. Muchas personas se han acercado por sus propios medios, otros paquetes han sido enviados”, asegura.

Según la legislación internacional, si un paquete no llega a su destinatario tres meses después de recibido debe ser retornado, de lo contrario, se impone una multa. Si se hiciera el retorno de todos los paquetes no entregados desde 2016 se cobrarían 10 dólares por paquete, lo que implicaría endeudar al Estado.

“Lamentablemente, muchas personas piensan que no existimos pero estamos trabajando. Tal vez no al cien por ciento pero sí estamos activos”, reconoció el director de la institución, Julio Romero, durante la presentación de la “nueva imagen” del correo guatemalteco. La actividad se realizó justo el Día Mundial del Correo. Sin embargo, a pesar de la nueva imagen, al servicio postal aún le hacen falta una serie de cambios y mejoras.

Por ahora, el servicio de correos funciona únicamente dentro del país a través de 45 agencias distribuidas en todos los departamentos, excepto en Petén, en donde no hay cobertura. En la agencia ubicada en la Ciudad de Guatemala hay 14 carteros. Y en promedio, uno por cada punto regional. Frente a las cantidades de paquetes en bodega, este número se queda corto.

Cada cartero devenga un salario de Q3,000 y recibe aproximadamente Q2,700 con las deducciones que se realizan.

Algunas sedes carecen de mobiliario y equipo adecuado para operar

Una nueva ley postal

La ley postal vigente fue aprobada durante el gobierno de Manuel Estrada Cabrera, en 1904. Es una normativa con más de 100 años de antigüedad. La ley que regula los servicios postales actuales aún hace referencia al envío de monedas de oro y de plata; y al traslado de paquetes “a caballo”.

Según Castellanos, actualmente la Dirección de Correos y Telégrafos está trabajando una reforma a la normativa actual que sustituya a la ley vigente y en una propuesta para realizar modificaciones presupuestarias.

Para operar en todo el país, cuentan con Q42 millones 789 mil 820.00 anuales. Este año, han ejecutado el  30 por ciento de ese presupuesto. “La mayoría de ese dinero se ocupa en el pago de salarios”, explica.

El presupuesto es escaso frente a la serie de deficiencias de todas las oficinas habilitadas.

Durante estos meses las autoridades han realizado visitas a las agencias en todo el país para verificar las condiciones en las que se encuentran. “Algunas agencias están en muy malas condiciones, tienen filtraciones de agua, no cuentan con agua potable y otras, tampoco servicio eléctrico. Es un abandono total”, añade.

El diputado Román Castellanos, miembro de la bancada Semilla, en una visita realizada a finales de septiembre de este año, constató las condiciones en las que se encuentra el servicio. Según la información proporcionada por el diputado, el correo no trabajará con el modelo de concesión. Por ahora, están en proceso las gestiones para habilitar el servicio de envíos a nivel internacional.

“Creo que hay una necesidad latente, varios sectores reclaman un servicio de correo que sea útil a nivel nacional e internacional. Dado que también cualquier país del mundo cuenta con un correo, me parece positivo que se esté retomando la actividad y ojalá también se mejore en términos de infraestructura y eficiencia”, concluye el diputado.

Mientras algunas personas reciben paquetes con años de retraso, las autoridades esperan un cambio de normativa y de presupuesto para reactivar el correo por completo. Hasta que eso no ocurra, Guatemala seguirá figurando a nivel mundial por carecer de un servicio postal.