En una pequeña sala de audiencias los fiscales proyectaron la transmisión en redes sociales de la periodista Anastasia Mejía. Trataron de vincularla con la organización de una turba que incendió la municipalidad de Joyabaj, el pasado 24 de agosto. Uno de sus indicios era que “la gente le sonreía”. Así convirtió el Ministerio Público una cobertura periodística en un caso criminal.
Jody García / laCuerda
“Esto se volvió un caos”, dijo la periodista Anastasía Mejía mientras tomaba distancia de la turba de gente que golpeaba la puerta de la municipalidad de Joyabaj, Quiché, para poder ingresar y reclamarle al alcalde Florencio Carrascoza. “Lamentamos que estos hechos se den (…) todos nos podemos manifestar, pero en paz”, se le escuchó decir más adelante.
Mejía es periodista comunitaria, comunicadora social, guía espiritual y defensora de mujeres indígenas que han sido víctimas de violencia. También fue concejal de la municipalidad de Joyabaj en el período 2016-2020 y es directora de la radio Xolabaj.
Fue capturada el pasado 23 de septiembre y pasó 36 días en la cárcel antes de ser puesta ante un tribunal. La ley en Guatemala dice que una persona detenida debe ser llevada ante un juez en 24 horas. En la audiencia de primera declaración los fiscales utilizaron en su contra su labor como periodista. Estos son los detalles.
“Ella iba a documentar”
Xolabaj TV2 es el nombre de la página de Facebook a través de la cual, el 24 de agosto de 2020, Anastasia Mejía transmitió en vivo una protesta de la Asociación de Comerciantes de Joyabaj, Quiché.
Días antes ella fue convocada de forma verbal para cubrir la actividad por Petrona Siy, autoridad indígena de la comunidad.
Los comerciantes tenían planeado entregarle un pliego de peticiones a Florencio Carrascoza, alcalde de Joyabaj. Sin embargo, cuando el alcalde se negó a recibirlos, el ánimo de los manifestantes fue escalando. Anastasia se encontraba transmitiendo en medio de los comerciantes y una valla hecha por agentes de la Policía Municipal de Tránsito.
En la audiencia de primera declaración en su contra, que se realizó en el Juzgado de Susy Pérez, en Santa Cruz del Quiché, el fiscal José Isaías Mancilla Figueroa reprodujo minutos de la transmisión de Mejía.
En la grabación se escucha a la periodista describir cómo una manifestación pacífica se convirtió en una protesta violenta. De fondo en el video se escucha como la gente grita, como quiebran los vidrios, como las personas se organizan para colocar una escalera y botar las cámaras de seguridad de la municipalidad, incluso como tiran una fotocopiadora desde un segundo nivel.
Todo ocurre mientras ella se lamenta: “Se nos invitó pero nunca pensamos que se iba a tornar en violencia”.
El Ministerio Público (MP) interpretó la transmisión de una forma diferente: “¿Qué objeto tuvo desinstalar las cámaras si al final se iban a dejar grabar (por Anastasia)? Se dejan grabar porque estaba planificado, por eso ella iba a documentar”, dijo el fiscal Mancilla.
Los fiscales trataron de perfilar a la periodista como parte de la organización de la turba que destruyó y quemó la sede de la municipalidad de Joyabaj. Bajo esa idea, para el MP, el papel de la periodista era “documentar” los delitos para los propios manifestantes.
Esta no es la primera vez que Anastasia Mejía se enfrentó a los fiscales y al propio alcalde Carrascoza. Más adelante en la audiencia, la periodista declaró que cuando fue concejal presentó una denuncia en el MP por violencia contra la mujer.
Según relató, cuando trabajó en la municipalidad y se negaba a firmar las actas del consejo, Carrascoza la insultaba llamándola “india, burra, que no sabe nada”. Pese a que denunció la violencia, la Fiscalía nunca le respondió.
También relató que antes de este incidente ella denunció en la Procuraduría de Derechos Humanos (PDH) al fiscal Isaías Mancilla, el mismo que le imputó cuatro delitos.
“Un fiscal de apellido Zarceño llegaba a mi casa porque el señor Mancilla preparaba un bulto gigante para hacerme caer”, dijo la periodista frente a la jueza.
La prensa y “sonríe bastante”
En la misma transmisión, Anastasia Mejía realizaba entrevistas a personas que estaban en el lugar mientras ella explicaba el contexto social y político del conflicto. En un momento ella anuncia que llegaron más miembros de la prensa.
“Vemos la presencia de la prensa. Nos ayudan en este momento las transmisiones en vivo de varias personas que se hacen presentes”, dice la periodista en la grabación. En la audiencia explicó que se refería a un reportero de Guatevisión que también llegó a reportear.
Una vez más, la Fiscalía le dio otro significado a sus palabras.
“Ella dice que llegó la prensa. ¿Entonces ella en qué plan participó? Hacer transmisiones es parte de la prensa aunque sea comunitaria”, dijo el fiscal Mancilla. De esa forma trató de argumentar que al referirse a la “prensa” en tercera persona, Mejía se estaba excluyendo del gremio de comunicadores.
Otra de las conversaciones utilizadas por el representante del MP contra Anastasia, es cuando se escucha a una mujer despedirse de ella con un “se cuida”. Ella responde “igualmente”.
“Aquí es donde decimos que están organizados porque la gente se despide de ella”, insiste el fiscal Mancilla. Incluso agregó que la periodista “sonríe bastante” y “simpatiza con la gente”, como si esto fuera un argumento para incriminarla.
Con una mascarilla y detrás de una barrera de plástico duro que la separaba de la jueza Susy Pérez, la periodista dio su versión de los hechos y dijo que no es la primera vez que hace transmisiones y grabaciones de eventos o disturbios en su localidad.
“Como periodista comunitaria mi trabajo es recabar la información para que la gente entienda en su pensamiento y su corazón lo que está sucediendo. Mi labor es informar y estar informada. Hubo un momento en el que yo estaba temblando porque la situación se estaba saliendo de control”, dijo.
Floridalma Aguilar, abogada de Mejía, también señaló que un saludo no implica complicidad y que las personas se despidieron de ella porque es una figura pública en su comunidad.
“¿Qué es lo que tiene el MP en contra de Anastasia? —preguntó la defensora para luego enfatizar— Lo que ella estaba haciendo es ejercer el derecho a la libertad de expresión”.
El representante del MP insistió en saber por qué se quedó en el lugar de los hechos cuando las cosas se pusieron tensas.
“Cuando empezó la situación difícil yo siempre estuve lejos. Como periodista comunitaria mi labor y mi deber es informar”, insistió Mejía.
Labor restringida
En su resolución, la jueza Sucy Pérez, le dio valor a una declaración que presentó el MP donde una agente de tránsito dijo que Anastasia la golpeó con una mano y con otra continúo grabando. Por ese motivo la ligó a proceso por el delito de atentado y sedición. Por el arresto domiciliario que le fue decretado, su labor periodística quedó limitada al municipio de Joyabaj.
La Asociación de Periodistas de Guatemala se pronunció por la decisión de la jueza de ligar a proceso a Anastasia Mejía y dijo que la estrategia de los fiscales se basó en demeritar la cobertura de los disturbios y eso demuestra que “su única motivación en el caso es defender los intereses del alcalde Carrascoza”.
APG condena proceso penal contra periodista Anastasia Mejía y expresa su solidaridad ante infundada persecución penal en su contra que afecta su honorabilidad, libertad y labor en los medios a los que pertenece Cc. @RSF_esp @IFEXALC @FHLatinAmerica @FIP_AL #LibertadParaAnastasia pic.twitter.com/8UgHelsQOj
— Asociación de Periodistas de Guatemala (APG) (@APG_1947) October 29, 2020
La entidad demandó al MP que indague en los verdaderos intereses del fiscal y sus vínculos con el jefe edil.
“Es inaceptable y preocupante que en un futuro el MP continúe criminalizando a comunicadores por el desarrollo de su labor”, afirma la Asociación.