Sara Tuyuc Us, Paola Santiesteban, Lisbeth Arias y Glenda Osorio / participantes en el Curso “Observo-Analizo-Actúo”

Para ti, para todas

Mujer, a ti que vas por las calles y pueblos de Guatemala

Mujer, tú que buscas justicia por la hermana, la amiga, la compañera

Este 8 de marzo, te recordamos y conmemoramos tu trabajo

Tenemos presente tu lucha por ser escuchada ante un sistema que quiere callar tu voz.

La cultura no es el origen de la discriminación

Tampoco lo son tus creencias, tu idioma ni tu vestimenta

Lo que vives y convives es lo que este sistema injusto y desigual nos ha impuesto

Cuanto rompes el silencio, tu voz marca en el ciclo una nueva forma de caminar.

Algo que recordar

Han pasado 46 años desde que en la Organización de las Naciones Unidas se aprobó la celebración del Día Internacional de la Mujer, pero su origen proviene de un movimiento de obreras textiles en Nueva York (en 1857), donde por primera vez se conmemoró el 8 de marzo en 1908, en un momento de protestas de mujeres trabajadoras, quienes marcharon para exigir la reducción de la jornada de trabajo, mejores salarios y prohibición del trabajo infantil. 

Al recordar esta fecha, hay que tener en cuenta que en Guatemala, con la pandemia del Covid-19 se visibilizó la fragilidad institucionalidad del Estado que dejó de lado las políticas públicas e instituciones que fortalecen los derechos de las mujeres, aunque muchas de ellas están en primera línea como trabajadoras del sector salud; como responsables de los trabajos de cuidado en los hogares, los cuales se ha duplicado; además, muchas de ellas están gestionado con muchas dificultades la administración de los recursos en casa por la falta de empleo bien pagado.

En este día, hay que resaltar lo que en la actualidad muchas mujeres jóvenes hacen en este encierro, además de estudiar y asumir tareas domésticas, muchas se han organizado en movimientos a través del ciber-activismo y en actividades de calle a favor de la justicia social e igualdad.

Siempre hay que tener presente las luchas de las mujeres en cualquier parte del mundo, nunca olvidar las raíces de los movimientos, eso ayuda para impulsar acciones que cambien nuestra propia realidad, cuestionando nuestros modos de vivir a fin de establecer relaciones sin agresión ni violencias entre unos y otros.

¿Trabajar en una maquila es mejor que nada?

En las maquilas los horarios y jornadas son agotadoras, hay explotación de las trabajadoras que se convierten casi en esclavas, y todo eso lo aguantan por la necesidad de llevar el sustento a la casa; una canasta que no es básica, por el salario tan miserable que reciben.

Estas trabajadoras hay que reconocer su labor, porque además realizan otras tareas en sus hogares. Así, diariamente tienen que alcanzar “metas de trabajo”, que de no hacerlo, las pueden echar; total, siempre hay manos dispuestas a ocupar ese tipo de trabajo porque sólo así es posible comprar alimentos, no importa hacer grandes colas con la esperanza de lograr ingresar a un empleo seguro. 

Así como en Nueva York, hace 113 años, aquí en Guatemala, las trabajadoras de maquila merecen condiciones laborales más humanas, trato digno y mejores salarios por sus jornadas laborales tan intensas.

Este 8 de marzo, día para conmemorar que todas las mujeres tenemos derechos.

Este día es para que toda la población rechace la violencia y exija justicia.