¿De qué nos sirve que Guatemala sea declarada capital Iberoamericana provida si a quienes ponen el cuerpo para defender derechos y la vida se les criminaliza, ataca y asesina?

Las defensoras de derechos humanos son mujeres que individualmente o junto con otras, se dedican a promover o proteger derechos. En Guatemala existe una larga tradición de defensoras que han luchado por ampliar horizontes de derechos, sobre todo, nombrando violencias y discriminaciones específicas, así como proponiendo interpretaciones distintas de la justicia, liberándola de prejuicios sexistas, racistas o coloniales. También, han acuerpado luchas en defensa de la tierra, el territorio, el agua, la salud, la alimentación y contra la impunidad, entre otras.

Su labor ha sido fundamental sobre todo porque en la medida que han planteado la defensa de los derechos humanos, patrocinaron condiciones de vida digna para las personas y con dicha acción contribuyeron al sostenimiento de la democracia y el Estado de derecho. Por esta razón su labor es beneficiosa, no solo para los colectivos con los que ellas luchan, sino también para la sociedad guatemalteca en general. Por eso el derecho a defender derechos humanos está protegido y los Estados no solo deben protegerlas, sino que, además, tienen la responsabilidad de crear las condiciones y los marcos normativos para que ellas puedan desarrollar su labor sin violencia y en condiciones seguras.  En agosto de 2014 el Estado guatemalteco fue sentenciado por la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) por la violación de derechos de personas defensoras. Dentro de las medidas de reparación integral la CIDH compelió al Estado guatemalteco a crear una Política Pública para la Protección de las y los Defensores de Derechos Humanos.

Más de siete años han trascurrido, numerosas vidas de defensoras se han perdido y la elaboración de la política en cuestión se ha detenido durante el gobierno de Giammattei. Hasta 2019 se había avanzado en dar cumplimiento a dicha obligación y se había producido, luego de un diálogo amplio, una versión preliminar de la misma. Sin embargo, desde la llegada de Giammattei, predomina el retroceso también en materia de derechos humanos. 

Entonces ¿la vida de quiénes defiende este gobierno? Porque la de las defensoras de derechos, no. Ellas sufren de forma cotidiana amenazas, campañas difamatorias, criminalización y hasta asesinatos. El asedio es permanente y no cuentan con garantías porque este gobierno frenó el proceso.

Si en este país se mata a quienes defienden la vida y tienen protegida su labor ¿qué garantía tenemos las demás mujeres que se nos respete la vida y la seguridad?