Núcleo Mujeres y Teología

Hablar, leer, escuchar y hacer teología feminista hoy sigue siendo una tarea y experiencia compleja en el ámbito teológico. Si nos remitimos décadas atrás, ya el solo término “feminista” estaba cargado de aversión y rechazo en una cultura religiosa marcada fuertemente por el sistema androcéntrico patriarcal. 

En ese contexto nace en 1994, el Núcleo Mujeres y Teología, cuando un grupo de jóvenes, estudiantes de teología católica de la Universidad Rafael Landívar, motivadas por las catedráticas Elisa Estévez y Mary Fayé Hellman, empiezan a hacerse preguntas y a cuestionar la enseñanza teológica de cuño patriarcal que, tradicionalmente, se recibía (y se sigue recibiendo) en los centros de formación teológica. Desde ese momento, el objetivo del pequeño grupo giró en torno a la reflexión crítica de la teología y el aporte que en este campo las teólogas podíamos dar. 

Elisa Estévez, teóloga biblista formada en España, tuvo la iniciativa de aprovechar la cátedra para enseñar y reflexionar teología desde la perspectiva de las mujeres. Entonces se encontró con un grupo de estudiantes que rápidamente se hicieron receptoras de una forma distinta de hacer teología: desde el reverso de la historia, desde los desdobles del olvido, desde la cotidianidad. Muy pronto empezaron a compartir este senti-pensar liberador en su facultad y con otras personas. 

Así nacen las “I Jornadas Mujer y Teología”. Con este título y con la idea clara de proponer un espacio académico de reflexión desde la perspectiva de las mujeres inicia, en septiembre de 1994, lo que sería una experiencia liberadora. Este caminar inició con el apoyo de la Facultad de Teología de la URL. 

La ponencia “Quehacer teológico de las mujeres en América Latina”, sorprendió con la expresión “teología feminista”, hasta entonces ajena a círculos teológicos y pastorales en este país. Reflexiones sobre “Experimentar a Dios como mujer”, o el descubrir a las “Matriarcas en el Antiguo Testamento”, confirmaron que desde los años setenta asistimos al nacimiento de una teología que brota de la experiencia de las mujeres.

La acogida a este esfuerzo fue tan grande que en los dos años consecutivos se realizaron también las jornadas. El camino no fue fácil, como tampoco lo es ahora. Mientras el pensamiento de las mujeres se abría a nuevas dimensiones, muchos hombres veían el planteamiento teológico feminista como una amenaza a su estatus; el pensamiento patriarcal pretendía limitar las nuevas ideas. Comenzaron las incomodidades y los intentos de censura por parte de quienes consideran que son los hombres los que marcan el caminar de la iglesia, la teología, la vida y el pensamiento de las mujeres.

Para las integrantes del Núcleo Mujeres y Teología no había vuelta atrás, no se podía perder el espacio abierto porque hacer teología con entrañas de mujer, aunque resultara incómodo, era altamente liberador, constituía un deber de justicia y reconocimiento a la existencia y derechos de las mujeres. Por ello decidimos independizarnos y continuar el caminar sin barreras ni debates absurdos y sin mendigar la protección de la institución académica. 

También te puede interesar: Crónica 3: ¿A dónde van los desechos en La Antigua Guatemala?

Es así como las IV Jornadas Mujeres y Teología se realizaron dos años después fuera del plantel universitario, y desde entonces se han celebrado casi cada año y en diferentes sedes, incluido en el ámbito online. 

Este 2022, celebramos las XXV Jornadas Mujeres y Teología. Del 23 al 25 de septiembre estaremos conversando con Ivone Gebara, filósofa y teóloga ecofeminista (Brasil), Aimé Tapia, filósofa e investigadora ecofeminista (México) y con Yayo Herrero, ingeniera, antropóloga e investigadora ecofeminista (España). La transmisión puede ser vista por Facebook Live a través de @NucleoMujeresYTeología  

El Núcleo Mujeres y Teología fue la primera organización que inició y aún continúa haciendo este tipo de reflexión teológica feminista y ecofeminista en Guatemala. Desde 1994 son muchas las personas que han apoyado y colaborado en este espacio inclusivo del senti-pensar. 

Reconocemos especialmente a las pioneras: Elisa Estévez, Mary Fayé Hellman, Geraldina Céspedes, Cinthia Méndez, Lucía Rodríguez, Dioselín Ulloa, Miriam Landa, Miriam Rodríguez, Judith Castañeda y Beatriz Carrera, así como valoramos el aporte de quienes a lo largo de los años se han sumado a este espacio y de las que hoy lo sostienen impulsando nuevos caminos hacia la emancipación y el pleno florecimiento de las mujeres. 

Que la divina sabiduría siga inspirándonos y uniendo los hilos diversos para tejer una nueva sociedad, una nueva iglesia y una nueva forma de hacer teología que contribuya a la inclusión y al buen vivir de las personas y del planeta tierra.