El 11 de marzo, la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) llevó a cabo una audiencia de supervisión de la sentencia emitida en 2004, por el caso Molina Theissen, en el que fueron condenados Benedicto Lucas, exjefe del Estado Mayor del ejército; Manuel Callejas, exjefe de inteligencia militar; Francisco Gordillo, excomandante de la zona militar de Quetzaltenango y Hugo Zaldaña, exoficial de inteligencia militar, por abusos de lesa humanidad y sexuales en contra de Emma y por la desaparición de su hermano, Marco Antonio, crímenes perpetrados en tiempos de la guerra en Guatemala.

Durante la cita, la familia Molina Theissen, que se ha convertido en símbolo de resistencia en la búsqueda de la verdad y la justicia, reiteró frente al tribunal su preocupación y rechazo absoluto ante la “que pareciera, una inminente aprobación de una amnistía total” para quienes cometieron violaciones de derechos humanos en los años del conflicto en el país.

El otro aspecto fundamental que se abordó, fue la búsqueda de los restos de Marco Antonio. La CIDH le pidió al Estado que explicara cuál es su posición. Me limitaré a decir que, para mi familia, la respuesta fue totalmente insatisfactoria. La postura del Estado es incongruente, compartió Ana Lucrecia Molina.

Escuchadas nuevamente

Según las declaraciones emitidas en conferencia de prensa, al término de la audiencia, la familia Molina Theissen interpreta la iniciativa de Ley 5377 como “una medida inmoral y perversa que busca reconstituir, en todos los extremos, el régimen de impunidad impuesto en Guatemala”. Advirtieron que estas acciones significarán un grave retroceso en términos de justicia para miles de personas.

No obstante, Lucrecia explica que ella, su familia y las representantes del Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (CEJIL) que han dado acompañamiento al caso, ven con optimismo que la CIDH haya escuchado su denuncia, con la que esperan una postura inmediata del ente internacional y así frenar el debate de ese proyecto de reformas a a la ley, considerando que su contenido tendrá un “impacto revictimizador sobre toda la sociedad guatemalteca, que resultó afectada en esos años de terrorismo”.

Me pareció sanador, muy llenador de esperanza todo el apoyo que recibimos de parte de la CIDH. En Guatemala es preciso que hayan cambios, puntualiza Emma de Molina.

La familia, ratificó con convicción que continuará en la lucha y se mantendrá alerta frente al clima de hostigamiento que intensifica los riesgos para quienes han decidido defender los derechos humanos.

CIDH exige engavetar iniciativa de Ley 5377

El 12 de marzo, un día después de la audiencia, la CIDH ordenó al Estado de Guatemala que “interrumpa el trámite legislativo de la iniciativa y que la archive” con el fin de garantizar el derecho de acceso a la justicia. Esto sucedió un día antes de que el Congreso de la República debatiera en tercera lectura esta reforma.