Para las mujeres no es novedad que el mundo se está derrumbando, que cada día es más difícil sobrevivir, que los hombres no den la talla… Bueno, no todos, pero los machos que ocupan los puestos de poder, son cada día menos racionales, más brutos. Ejemplos sobran: para empezar el innombrable presidente de EUA, un cretino que pone en riesgo la vida en el planeta, y como él, sus seguidores, Bolsonaro, Putin, Ortega…todos unos irresponsables que no se tientan el alma para que su poder se haga sentir como una amenaza peligrosa. Las imitaciones locales, igual de tontos y hasta más soberbios. 

Tampoco es nueva la tendencia a la estrechez mental y la ignorancia asumida, al fundamentalismo religioso, ni el uso de la violencia contra las mujeres; eso lo hemos visto a lo largo de la historia, son recursos patriarcales para la perpetuación del sistema, estrategias que implementa a través de sus aparatos e instituciones cuando las grietas que lo resquebrajan se van profundizando. ¿Escuchan cómo truena? 

Guatemala hoy está siendo arrastrada a un abismo pestilente. No es exagerada la imagen, si vemos cómo “gobiernan”: Se burlan de la población, nos roban con total descaro, nos insultan. Y esa es la cultura que la oligarquía defiende y reproduce: menosprecio al prójimo, hipocresía y mentiras, vicios y corrupción. Ellos –con los medios a su servicio- promueven el modelo de chapín prepotente: abusivo, el más grosero y corrupto, su héroe. 

Entre nosotras, hemos logrado construir espacios de reflexión, debate y generación de conocimiento. Tejemos redes de apoyo, solidaridad y amistad que nos sostienen. Contamos con un bagaje teórico, hemos producido obras de arte, seguimos sosteniendo la cotidianidad. Estamos rescatando la historia de nuestras ancestras, y escribiendo la nuestra. No es poco lo que hemos logrado, y es mucho lo que continuamos haciendo. De allí nos hemos de agarrar, como el náufrago al madero, para seguir luchando contra todo aquello que nos indigna. No perdamos nuestros asideros: los sueños de un país más justo, el anhelo de libertad, la necesidad de democracia. 

Mujeres potentes, inteligentes, capaces, ingeniosas, sabias, asertivas, irreverentes, críticas, rebeldes, curiosas, atentas, creativas, amorosas, divertidas, responsables, TODAS, estamos llamadas a defender nuestro lugar en el mundo, a evitar que nos arrebaten lo que con tanto esfuerzo hemos hecho crecer. E invitadas a ver cómo se va a caer, se va a caer…