Por: Silvia Trujillo y Rosario Orellana / laCuerda

 

La tercera edición del Encuentro Entre Nos=Otras se llevó a cabo entre el 17 y 19 de septiembre, en las salas del Centro Cultural de España en la zona 1 de la ciudad capital; inició el mismo día en que el Congreso de la República intentó aprobar, en tercer debate, la iniciativa de Ley 5272: Ley de Protección de la Vida y la Familia; “una propuesta regresiva de muchos derechos que nosotras hemos ganado en el país; que criminaliza la educación integral en sexualidad y que penaliza aún más a las mujeres que se enfrentan a un aborto, que ya se hace en condiciones precarias”, señaló Ana Silvia Monzón, socióloga feminista e integrante del grupo organizador de la actividad, durante su discurso de bienvenida. 

Fotografía: Cortesía

Se contó con la participación y perspectiva de personas provenientes de distintos puntos de Guatemala, de Centroamérica, España y América del sur; el eje central del encuentro fue el fundamentalismo, “porque a todas nos ha atravesado; sin importar la edad que tengás, la posición en la que estés o el tema que toqués. Representa el regreso al conservadurismo, la pérdida de derechos y la revancha contra el feminismo”, aseguró Marga Tamayac, integrante del equipo coordinador del encuentro. 

Durante las diversas actividades alrededor de 200 mujeres compartieron los aprendizajes adquiridos desde sus propias luchas, invitando al diálogo y a la articulación, como “la primera arma política”, tal como lo describe Joseline Velásquez, feminista, ciberactivista por los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres. “El encuentro es la posibilidad de ser feminista y existir en Guatemala”, dijo la entrevistada. 

Este evento, que nació durante una reunión de feministas en 2015, supone un espacio de convergencia intergeneracional que permita “tejer alianzas y estrategias para contribuir al cambio en la vida, condición y posición de las mujeres”, afirmó Monzón. Bajo esa premisa, en esta edición se abordaron temas pertinentes a la coyuntura mundial, regional y, sobre todo, nacional, como los fundamentalismos; migraciones, desplazamientos forzados, exilios y diásporas; cuerpos y sexualidades y economía feminista. “Estos espacios nos permiten seguirnos organizando, generar recursos no sólo monetarios sino además científicos, académicos y políticos. Al final es decirle a la sociedad que aquí estamos y que el sistema ¡se va a caer!” apuntó Velásquez. 

Mientras tanto, Nidia, joven feminista y estudiante universitaria, puntualizó que este espacio permite entablar un diálogo entre las feministas más experimentadas y las nuevas generaciones, sin una carga paternalista o de imposición. “Encontramos una intersección de las luchas y desde allí podemos construir mejores caminos para todas”, dijo. 

Shirley, estudiante y defensora de derechos humanos, enfatizó que las discusiones durante el encuentro la han motivado a cuestionar muchas prácticas dentro del mismo movimiento que replican el sistema patriarcal y capitalista, además de generar mayor empatía con otras mujeres. “Pienso que el encuentro tiene un impacto social desde el simple hecho de reconocerme con otras, saber que no estamos solas en este camino y que podemos establecer vínculos y alianzas con otras compañeras para poder accionar allá afuera”, añadió. Tamayac coincidió con esta visión: “debe ser una sinergia entre todas. Es de mutua compresión y ser sororarias”. 

En la mesa sobre cuerpos y sexualidades, Joseline reparó en la necesidad que surge, en contextos como Guatemala, de unir las voces y fuerzas para luchar por el bien común: la dignificación de nuestros cuerpos. “Cuando buscamos la despenalización del aborto legal, seguro y gratuito estamos convocadas todas: las jóvenes, las adultas, pero también los cuerpos gestantes y las mujeres trans para quienes tal vez su posibilidad de gestar es diferente, pero tienen una autoidentificación. Es una lucha que nos atraviesa, y no sólo por la capacidad reproductora, sino en el marco de la toma de decisión sobre nuestro cuerpo”, opinó. 

Por su lado, el grupo que abordó el tema de migración dio sentido a la resignificación de nuestra existencia e identificó cómo el continuum de las múltiples manifestaciones de violencia contra las mujeres se convirtió en un detonante para el desplazamiento de muchas, pese a los riesgos que se corren durante el trayecto y las pocas garantías que tendrán en el punto de destino, empero muchas mujeres se arriesgan mientras buscan nuevas oportunidades y otras realidades. 

Arte que deconstruye 

Durante los tres días de encuentro, las mujeres pudieron disfrutar, sentir y vivir varias expresiones artísticas transgresoras y que reflejaron la realidad de las mujeres, desde la música de Sara Curruchich, una sesión de corpoemario, además de las letras a través de la presentación del libro La innovación política desde los feminismos. “Hacer arte es otra forma de ser feministas”, declaró Ana Silvia. 

“Yo soy muy sensible y muy intensa. Estos espacios me dejan abrirme y sentir más profundo las acciones y palabras de las compañeras. Se siente muy rico; lloré desde el primer día del encuentro, nos abrazamos bastante con otras compañeras. Estar entre mujeres es muy sanador y reconfortante”, concluyó Nidia.

Aunque esto no fue el único esfuerzo artístico del encuentro. La elaboración de una caracola más estilizada y con un color vibrante como su insignia, generó una discusión profunda entre las organizadoras, quienes se esforzaron por reflejar en su imagen los objetivos del evento . El cambio en el nombre también fue significativo. Cambiar el guion por un signo de igual, representó el respeto a la diversidad de las mujeres que compartieron durante el encuentro. “Hicimos el cambio porque vimos que no éramos sólo nosotras, las que estamos en instituciones o activistas sino también las que no tienen los mismos intereses que nosotras”, explicó Tamayac. 

Fotografía: Cortesía

Debido a la respuesta positiva de muchas mujeres frente a estos espacios, Marga confirmó que la organización del encuentro apuesta por estar presente a largo plazo. “Queremos seguir porque se reúnen mujeres de todo tipo, de todos lados con diferentes perspectivas, deseos y sueños”, afirmó.