Por: Asier Vera / Periodista

 

Evelyn Hernández recuperó su sonrisa el pasado 19 de agosto, cuando el Juez del Tribunal de Sentencia de Cojutepeque, José Virgilio Jurado, pronunció las palabras que esperaba desde hacía mucho tiempo: “Queda absuelta” del delito de homicidio agravado por el que la Fiscalía de El Salvador pedía para ella 40 años de prisión. 

Se le acusaba de no haber hecho nada para impedir la muerte de su bebé, producto de una violación, que falleció durante un parto extrahospitalario en la fosa séptica de su casa el 6 de abril de 2016 cuando la joven tenía sólo 18 años. Poco le ha durado la alegría a Evelyn, hoy de 21 años, dado que el pasado 6 de septiembre la Fiscalía presentó un recurso de apelación al fallo absolutorio, para que sea un tribunal superior el que examine la prueba “sobreabundante y unívoca acerca de la responsabilidad penal de la demandada en el homicidio de su hijo”. 

Así, la Fiscalía no se da por vencida y hace lo imposible por encarcelar a Evelyn, quien por segunda vez ha sido juzgada por los mismos hechos, después de que el 5 de julio de 2017 fuera condenada por la jueza Nury Velázquez a 30 años de prisión, tal como pidió la Fiscalía, por un delito de homicidio agravado. 

En total, permaneció 33 meses en prisión, la mayoría de manera preventiva a la espera de la sentencia, que, no obstante, fue anulada en 2018 por la Corte Suprema de Justicia, después de que su defensa apelara la decisión judicial, lo que supuso su liberación y la repetición del juicio. 

Así, el nuevo proceso se inició el pasado 15 de julio y concluyó el 19 de agosto con la sentencia absolutoria que fue celebrada con cánticos y bailes en los alrededores de los juzgados. No todo el mundo estaba feliz. La Fiscalía había sido derrotada por el juez, quien no encontró indicios de que la joven cometiera ningún delito ni que pudiera haber impedido la muerte de su recién nacido. 

“En este caso, no puedo tener la certeza absoluta realmente de que Evelyn haya faltado de forma deliberada a cumplir con el deber legal por esa posición de garante que tiene frente a ese recién nacido que cayó en la fosa”, aseguró el juez, quien insistió en que al “no tener la convicción” de que la joven cometiera el delito de homicidio agravado por omisión “no puedo dictar un fallo de carácter condenatorio”. 

Además, el magistrado afirmó que “no nos da una conclusión” de que la joven quisiera que su recién nacido cayera a la fosa, de modo que recalcó que “al no tener los elementos contundentes y suficientes para dictar una sentencia condenatoria, lo que viene, es dictar un fallo absolutorio a favor de Evelyn de carácter penal y cívico”. De esta manera, desmontó todos los argumentos de la Fiscalía que sostiene que la joven “era la encargada de proteger la vida de su bebé y no evitó su muerte”.

La fiscalía se ensaña con Evelyn 

Este 6 de septiembre, tras anunciar el recurso a la decisión judicial, la Fiscalía de El Salvador se ensañó con Evelyn, publicando numerosos mensajes en la red social Twitter, donde llegó a colocar el hashtag #JusticiaParaElBebéDeEvelyn. Concretamente, señaló que “no hay elementos para considerarla víctima de ningún hecho, por el contrario, la única víctima es su hijo”. En este sentido, el ente investigador remarcó que el recurso de apelación pretende proteger “la vida de un ser indefenso que dependía absolutamente del cuidado de su madre, quien le ocasionó la muerte”.

De esta manera, continuará el calvario judicial para Evelyn en la Cámara de la Segunda Sección del Centro, donde varios magistrados analizarán de nuevo las pruebas de la Fiscalía. Su pesadilla comenzó cuando tenía 18 años y se puso de parto en el 2016 en El Carmen, un municipio de Cuscatlán en El Salvador. La joven tuvo a su bebé en una fosa séptica en su hogar, a consecuencia de lo cual falleció el recién nacido, dado que Evelyn perdió el conocimiento, tal como el juez señaló que quedó acreditado a través de dos testimonios que la vieron desmayada. 

Inmediatamente, la familia la llevó de emergencia al Hospital Nacional Santa Teresa en Cojutepeque, donde fue denunciada por el personal médico que la atendió y luego fue procesada por homicidio agravado y encarcelada preventivamente. Un estudio de tejidos que se presentó en el primer juicio celebrado el pasado 5 de julio de 2017, reveló que, al nacer en una fosa séptica, el bebé había aspirado heces provenientes del exterior, lo que le provocó una neumonía y poco después su muerte. 

En declaraciones a laCuerda, Evelyn Hernández, manifestó un día después de que fuera absuelta que “algunas personas tal vez se alegraron de que yo saliera en libertad, pero otras quizá no, porque siempre quisieran verme dentro de la cárcel, al pensar que maté a mi bebé”. Eso cree precisamente la Fiscalía que no se rinde y pretende que la joven acompañe de nuevo en prisión, a las 16 mujeres encarceladas actualmente en El Salvador, algunas condenadas a 35 años, tras sufrir una emergencia obstétrica en la que fallecieron sus bebés. 

Desde 1998, en ese país, la interrupción del embarazo está prohibida en todos los supuestos, incluso el de la violación o si hay riesgo para la vida o salud de la madre, tal como se permitía anteriormente. Las penas de cárcel por abortar oscilan entre los 2 y 8 años, que se elevan a entre 30 y 50 años al tipificarse como homicidio agravado, en caso de que sea un parto extrahospitalario ocurrido cuando el embarazo supera las 20 semanas y aunque sea accidental.