Cada día que Nancy Chiriz y Sandra Xinico abren sus cuentas de Twitter, encuentran mensajes de odio. El racismo y la misoginia que impregnan algunas cuentas se ha vuelto una cosa del día a día. Los tuits intentan callar a unas mujeres que no se cansan de alzar la voz.

Francelia Solano/ laCuerda

Ilustración: Ximena Rodas

Hablar sobre política para una mujer trae consigo muchos ataques misóginos, pero hacerlo como mujer maya implica, además, ser blanco, con mayor frecuencia e intensidad, del racismo. Sandra Xinico y Nancy Chiriz comentan sobre esto y sobre los ataques que sufren en Twitter y que se han incrementado durante la pandemia. En algunos mensajes les dicen “resentidas”, otros incrementan de nivel y han llegado a amenazas de muerte, como en el caso de Sara Curruchich, cantante maya quien hizo la denuncia el pasado junio tras hablar de racismo. Según señala Xinico, los ataques ya no son exclusivamente cuando se habla de política y racismo, sino por cualquier cosa. Cuenta que una vez subió un tuit sobre el dato de un perro en la región mesoamericana que encontró en un libro de historia y recibió ataques.

 

Por cualquier detalle están expuestas a críticas, por ejemplo, posicionarse como mujeres mayas y no como indígenas.

“Nos empiezan a decir que no somos mayas porque los mayas eran inteligentes, que nosotros somos un pueblo de indios que sigue usando la imposición de los españoles con la indumentaria”, dice Xinico quien apunta que nombrarse maya es una posición política.

Ganar los espacios virtuales

“Estos espacios virtuales, como mujeres mayas, los hemos entendido como un espacio para incomodar e interpelar los privilegios de los demás y denunciar el racismo tan internalizado y naturalizado en la cotidianeidad, con incluso un meme y un sticker”, agrega Chiriz.

Para ganarse un lugar, Xinico ha tenido que aguantar insultos que buscan degradarla, “loca, resentida, pizadita, estúpida o india” son algunos de los agravios que recibe a través de las redes sociales. Sin embargo, ella ha sabido convertir estos comentarios en una oportunidad para analizar el comportamiento racista en Guatemala. Cuenta que lo hace como forma de estudio, pero también como una barrera para que estos comentarios no la trastoquen. Resalta que muchas veces los mensajes tienen un propósito: “Se toman el tiempo para dejar registro de su racismo y misoginia y lo hacen para que nosotras sepamos que están al tanto de lo que escribimos y porque quieren callarnos y devolvernos al lugar que creen que nos corresponde, que no es lo público, que no es lo político, que no es tener una posición frente al planteamiento de la realidad”. Muchas veces esperan un tono “amoroso y pasivo” de las mujeres mayas, y cuando esto no ocurre y por el contrario son críticas, intentan silenciar sus voces.

Acuerparse en contra del racismo

Cuando se les consulta por los ataques racistas que han tenido en los últimos días, ambas preguntan por cuál de todos; no es uno ni dos al día, son varios, son usuales e insistentes. “Los ataques son constantes, pero hay momentos en los que siento que la carga misógina y racista de otros es demasiado”, menciona Xinico.

Para hacer frente al racismo y la misoginia, al menos 15 mujeres mayas más han decidido organizarse; Chiriz explica: “vamos consolidando grupos y pequeños lazos con los que nos vamos acuerpado. Por ejemplo, con algunas mujeres mayas hemos aprendido a agruparnos para no llegar al punto de callarnos. Hay algunas que todavía tenemos fuerzas para estar ahí y lo hacemos”.

¿Cómo lo hacen? Ambas dicen que cuando ven comentarios racistas en los tuits de sus compañeras se unen para responder. Muchas veces deben decidir qué batalla librar, pues son tantos los mensajes y tan constantes que contestarlos todos resulta difícil dado que ambas trabajan y tienen otras responsabilidades más allá de dar seguimiento a las redes sociales. Usualmente retuitean y llaman a denunciar las cuentas. Muchas veces son acuerpadas también por otras mujeres dispuestas a combatir el racismo y la misoginia.

Chiriz cuenta que se han planteado en varias ocasiones hacer un manual o una estrategia sobre a quiénes se les debe de contestar, cómo actuar ante ciertos comentarios, reconocer nets y personas reales que expresan el racismo en sus cuentas.

Esperan hacerlo pronto, aunque lo ideal sería no tener que defenderse constantemente de una sociedad tan racista como la guatemalteca.