Lidia Guerra / Feminista antiespecista

Hace unos años decidí ser vegana, años antes había decidido nombrarme feminista. Ambas decisiones han sido libres procesos de desaprendizaje que conllevaron a posicionamientos políticos y a armar colectivamente activismos. Escribo desde mi recorrido personal de experiencias, consciente de mis privilegios; comparto estas letras para conversar y seguir aprendiendo.

En diciembre de 1989, Carol Adams publicó el libro La política sexual de la carne, le tomó quince años completarlo y no es hasta hace cuatro que se tradujo al español. Carol con este libro y los trabajos de otras autoras, dieron origen a lo que ella define como teoría feminista vegana. Este fue el primer libro que me sirvió para un devenir hacia el feminismo antiespecista. Por el momento hablaré solo sobre algunas ideas de este libro, pues me han ayudado a entablar una relación entre mi veganismo y mi ser feminista.

Veganismo de acuerdo con la Vegan Society es “una filosofía y una forma de vida que busca excluir, en la medida de lo posible y practicable, todas las formas de explotación y crueldad hacia los animales para la alimentación, el vestido o cualquier otro propósito”1.   Elsie Shrigley cuenta que fue en noviembre de 1944 junto con Donald Watson y otras cuatro personas que se reunieron en Londres, “fue un domingo, con sol y un cielo azul -un día propicio para el nacimiento de un movimiento idealista-”2 . Elsie Shirgley y Donald Watson acuñaron el término veganismo y en colectividad crearon la Vegan Society3.

Esta definición de veganismo aclara mucho y la hace realista con el objetivo de lograr metas en pro de les animales, como Vegan Society afirma: hay muchas formas de adoptar la vida vegana. Algo que tienen en común las personas veganas es una dieta basada en plantas. Me interesa mucho que conozcamos la definición para comprender que no se trata solo de una dieta, tampoco solo de una forma de ser veganes y además, para exponer que el veganismo toma en cuenta el contexto socio-histórico-económico al explicitar que es en la medida de lo posible y practicable que buscamos erradicar la explotación animal.

¿Qué tiene que ver veganismo(s) con feminismo(s)?

En el contexto estadounidense de los años noventa, feministas como Carol empezaron a escribir sobre cómo se relaciona la explotación de los cuerpos de las mujeres con la explotación de les animales. Sus trabajos develaron las relaciones entre especismo4 y sexismo. La teoría feminista vegana propone, entre otras cuestiones, adoptar el veganismo como parte de la práctica feminista, su análisis de la explotación animal permite comprender de qué manera los sistemas de opresión trabajan de la mano para explotar ciertos cuerpos, como el de las mujeres, personas colonizadas, disidencias sexuales, cuerpos gordos, cuerpos con discapacidad, cuerpos de animales.

Carol propone el término referente ausente para explicar que en esto se convierten les animales no humanos al ser usados como objetos (carne, ropa, entretenimiento, experimentación). Desde los feminismos hemos aprendido sobre la forma en que los cuerpos de las mujeres son vistos como objetos de placer que se consumen. Desde el veganismo podemos comprender cómo hemos aprendido a consumir carne como un objeto, un ingrediente en la cocina, olvidándonos que antes había una vida sintiente5 que fue asesinada para convertirse en carne y además sobre otros (ab)usos contra les animales. Develar la objetificación de los cuerpos nos sirve para comprender la violencia que sufren, en este caso, les animales y las mujeres.

Algunos ejemplos de la política sexual de la carne propuesta por Carol son6:

¿Cómo funciona?

Las mujeres son vistas como pedazos de carne, les animales son humanizades y feminizades para hacerles atractivos como consumo de carne, en ambos casos para ser consumides como objetos. Sexismo y especismo se unen para vender mercancías: cuerpos de mujeres y de animales.

Desde mi activismo en contra del acoso callejero, recuerdo las veces que hemos dicho que sentimos que “nos comen con la mirada” como si fuéramos un pedazo de carne, sentimos que consumen nuestros cuerpos como si estuvieran disponibles en los espacios públicos, nos ven como objetos. Y es que sabemos que las miradas lascivas van dirigidas a ciertas partes de nuestros cuerpos, no nos miran con lascivia las pantorrillas o las orejas, nos consumen las partes que el patriarcado ha definido como objetos sexuales.

Cuando se compra carne, a menudo se hace por pedazos, empaquetada de tal forma que no nos recuerda la vida que era, cada parte del cuerpo animal es nombrada para hablar de carne y no de cadáveres. Al ver el plato vemos la carne, no un pedazo de cadáver. Seguro la experiencia es muy distinta si se compra el cadáver completo o si se compra al animal vivo y luego se debe asesinar.

¿Por qué consumimos carne de algunos animales muertos? ¿Por qué no nos comemos a nuestras ‘mascotas’? En una próxima vez, me gustaría hablar sobre esto.

 

 

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*editado respetando la usanza de neutrales de la autora

1 Traducción propia. Les invito a leer la definición completa en www.vegansociety.com

2 www.vegansociety.com

3 Sociedad Vegana, en su traducción al español

4 Especismo es la discriminación por especie, es decir, todo lo que no es humano es categorizado con menos valía, discriminado, violentado, explotado, dominado.

5 Científicamente está demostrado que les animales no humanos son sintientes, es decir que tienen capacidad de sentir, sufrir y tienen intereses propios como el de vivir.

6 Imágenes tomadas de este sitio.