Ana Cofiño / laCuerda
Montevideo es de esas ciudades pequeñas (un millón 400 mil habitantes) que da ganas conocer a fondo. Además de la arquitectura de diversos estilos, las buenas librerías y la seguridad que se siente, su ubicación frente al río de La Plata le da ese ambiente poético que el agua trae consigo.
Tengo la suerte de contar con amistades entrañables que me han enseñado la ciudad desde dentro. Gracias a ellas conocí a la arquitecta feminista Silvana Pissano, quien recién resultó electa Alcaldesa del Municipio B, uno de los ocho que conforman el departamento de Montevideo, cuya Intendencia estará a cargo de Carolina Cosse, del Frente Amplio, coalición de izquierda que viene gobernando ese departamento desde 1990. Montevideo es reconocida internacionalmente como una de las metrópolis que tienen mejor calidad de vida. Sin duda, efectos de gobiernos progresistas que han dejado huellas para que así sea.
Conversamos por Zoom con Silvana sobre el área que le tocará regir a partir de noviembre de 2020: el centro, la parte histórica más antigua de la ciudad, donde se concentra prácticamente la cultura, el desarrollo a cielo abierto, la educación, en el sentido que varias universidades están en este municipio que tiene mucha vida artística, comercial y la mayor concentración de personas, según su descripción.
¿El proyecto Mujeres con calles y la Plaza de las Pioneras es un reconocimiento público en el que tú participaste?
Mandamos un proyecto de decreto con una medida positiva que, de cada cuatro calles, tres tenían que nombrar a mujeres. Son medidas que marcan, que significan y muestran una voluntad de hacer visible lo que ha sido oculto por el orden patriarcal. En la Plaza de las Pioneras, quisimos hacer un homenaje a las mujeres de nuestra historia, reconociendo que esas trayectorias fueron posibles por las de ellas. Se hizo un concurso público con este objetivo, y a su vez, fue una transformación urbana: de unos viejos galpones, rescatamos dos construcciones; como parte de la construcción de los bienes comunes, convocamos a todas las organizaciones feministas que puedan tener un espacio propio allí.
Estar en el Estado y ser feminista
Vista desde Guatemala, la relación de las feministas con el Estado es muy distinta, puesto que éste es un aparato al servicio de la oligarquía, racista, excluyente, enemigo declarado de las mujeres. Uruguay, por el contrario, es un Estado democrático que cuenta con un sistema de protección social de larga data y una cultura donde la ciudadanía tiene un lugar como garante de lo público. Es notoria la presencia de la política en la vida cotidiana de las personas, la militancia en alguna organización es común y las discusiones de esta índole, muy ilustrativas.
Ante mi pregunta sobre su relación con el Estado, que ya viene de atrás, puesto que fue Directora del Departamento de Desarrollo Urbano en el gobierno anterior, Silvana nos cuenta su experiencia: “Para las feministas, sos oficialista, obviamente, un rol y lugar respetado, desde lugares distintos. Las feministas nos conocemos de diversos ámbitos, de estar en la calle, en nuestras luchas y reivindicaciones, allí nos encontramos con las de las organizaciones sociales y colectivos feministas, sindicalistas, académicas, y también las que estamos en los gobiernos, porque ha sido una reivindicación de primero con las cuotas, rápidamente con la paridad como mecanismo de justicia, sabiendo que la democracia se enriquece cuando las mujeres estamos en los lugares de poder.”
Uno de los objetivos de tu gobierno es la profundización democrática a partir de la participación, ¿cómo lo van a hacer?
Eso va a expresarse a través de cabildos abiertos, presupuesto participativo, de todos los instrumentos que permiten la defensa de lo público por sobre lo privado, y de lo colectivo sobre lo individual, ese fue nuestro buque insignia. Aportar a emprendimientos autogestionados, eso significa ceder poder…la premisa es justamente, no acumular, sino dispersar, ceder poder.
A través de la política de los comunes, recuperación de fincas abandonadas, apoyando emprendimientos de carácter alternativo al capitalismo, economías feministas y transformadoras. Lugares que reconozcan otras formas de habitar, un centro diurno para personas en situación de calle, que funciona bien con la dignidad posible. Viviendas para mujeres en situación de calle. El derecho de las familias de vivir en la ciudad.
Repercusiones en tu vida personal
Soy muy comprometida políticamente, mi vida personal gira alrededor del trabajo con las vecinas y los vecinos en el territorio. Desde 2005 vengo trabajando en todo el país, en el tema de asentamientos precarios. En todos los lugares donde he trabajado, he cruzado el tema del derecho a la vivienda con los derechos de las mujeres, forman parte de mi propia vida.
Como alcaldesa se abren nuevas puertas, porque entran otros temas a jugar. El municipio es un gobierno colegiado, está presidido por el alcalde o la alcaldesa, pero integrado por cinco concejales. Tenemos tres de esos cinco lugares, dos de la oposición, conservadores, obviamente. Y ese es el desafío más grande, porque hasta ahora he estado en cargos ejecutivos, y éste significa un lugar distinto.
Considerando que el gobierno actual tiene políticas neoliberales, ¿Cuáles son los mayores desafíos?
Sumar más personas a la definición de lo público, ensanchar los espacios de la democracia a nivel de los territorios, yo creo que es posible la deliberación. Es posible que más personas puedan formar parte del autogobierno y la co-gestión entre la ciudadanía y las instituciones. Pero tiene que tener los lentes violetas, para que la pluralidad de sujetas puedan formar parte de esta definición política que enriquece la sociedad.
Nos despedimos, deseando que su carrera al frente del municipio B de Montevideo sea fructífera para la comunidad, aún cuando el gobierno central está ocupado hoy por un partido que promueve la reducción del Estado y por ende, de lo público. En la oscuridad de la pantalla, me quedo pensando, con envidia de la buena: ¡Qué diferente ser feminista en un Estado democrático!