Gabriela López / Estudiante Universitaria

De feminismo a feminismos

Cuando hablamos de feminismos, hacemos referencia a los movimientos históricos, políticos y sociales impulsados por las fuerzas políticas y eróticas de las mujeres, quienes, a lo largo de la historia y a través de diversas olas, han ido expandiendo una marea enorme con alcance global que persigue el fin de la desigualdad y la violencia contra las mujeres, la transformación radical del sistema de dominación patriarcal, racista, especista y capitalista, y la liberación total de las mujeres y seres oprimidos por este sistema.

Cada ola corresponde a formas de pensamiento, reflexión política y demandas específicas que son reflejo de las ideas y experiencias que viven las mujeres en los diferentes períodos históricos, políticos y sociales, así como en los diferentes contextos geográficos. Es decir, que ni el feminismo ha sido el mismo en todos los tiempos, ni se ha vivido de la misma forma desde las diversas mujeres que habitan el mundo.  Por el contrario, al ser un movimiento de liberación, se transforma al ritmo de la sociedad y la cultura, y es apropiado por las personas que le dan nuevos significados, suman miradas y reflexiones que lo alimentan y terminan transformándolo.

Una salpicadita entre olas

Aunque existen diversas formas de definir las olas del feminismo, las identificamos a partir de tres momentos:

Primera ola (Europa, siglos XVI-XVIII)

Este feminismo está estrechamente vinculado con el movimiento de la Ilustración, y demandó la inclusión de las mujeres en los derechos universales de la humanidad.

Segunda ola (Europa y EUA,  siglos XIX-XX)

Este feminismo estuvo marcado por el movimiento sufragista, demandando el derecho a la ciudadanía de las mujeres. Tuvo un accionar estratégico haciendo uso de la propaganda, el periodismo y las afiliaciones partidarias para posicionar sus demandas y lograr sus objetivos que principalmente eran el derecho al voto de las mujeres.

Tercera ola: Feminismo en diversas regiones del mundo (finales del siglo XX – XXI)

“Lo personal es político” es una de las principales críticas. Tuvo gran influencia en la revolución sexual al posicionar demandas de la liberación del cuerpo y la sexualidad de las mujeres, el derecho al aborto, la crítica al trabajo reproductivo y de cuidado.

Los aportes de mujeres racializadas han sido  vitales para la pluralización que rompe la idea de “la mujer” como una experiencia  universal, denuncia el racismo y reflexiona sobre cómo las diversas mujeres viven diferentes y múltiples opresiones según su posición en relación al sexo, la raza, la clase, la edad, la discapacidad, etcétera.

Una enorme marea

Aunque hay muchas formas de comprender los feminismos, si de algo estamos seguras es que no se trata simplemente del ascenso de la mujer individual, ni de la igualdad en el mercado laboral o en los puestos de representación. Para muchas mujeres, el feminismo es una forma de comprender la realidad, una propuesta radical de transformación de la sociedad o una forma de vivir con dignidad, placer y bienestar.

Si bien el sujeto de los feminismos siempre han sido las mujeres, se ha ido pluralizando y ha encarnado en corporalidades diversas que están cuestionando profundamente el sistema de dominación patriarcal, binario y colonial, así como las formas en que se ha construido el feminismo hasta ahora.

En la actualidad existen tensiones y desacuerdos. Por ejemplo, las denuncias al racismo y despojo que ejercen feministas blancas contra mujeres racializadas y feministas indígenas o negras. La negación del derecho a la identidad de mujeres cisgénero en contra de mujeres trans y personas no binarias. Feministas liberales ejerciendo explotación sobre mujeres trabajadoras, migrantes, empobrecidas, etcétera. Estos conflictos y violencias están siendo nombradas y posicionadas políticamente, abriendo espacio para mayor cuestionamiento y reflexión sobre los privilegios y opresiones que muchas feministas ejercen respecto a la raza, la clase y la edad, y que no se han cuestionado; o cómo prácticas fascistas se han logrado colar en los discursos bajo el nombre del feminismo.

A través de olas que estallan en una marea enorme, algunos de los feminismos se están problematizando a sí mismos, buscando una coherencia entre lo que dicen y lo que hacen, entre discursos, ideales y prácticas. Rutas alternativas al poder que implican cuestionarnos a nosotras y a lxs otrxs, pero sin volvernos policías y siempre luchando por la libertad.

 

 

 

________________________

Fuentes consultadas:

González García, M. (2017). Breve recorrido por la historia del Feminismo.

Arruzza,C., Bhattacharya, T., Fraser, N. (2019). Manifiesto de un feminismo para el 99%.