Alianza Política Sector de Mujeres

Esta propuesta supone realizar un proceso de ruptura frente al sistema patriarcal, androcéntrico, colonial y violento, significa poner la vida fuera de las esferas del mercado, para dar valor y reconocimiento a otras maneras de relacionamiento, a otros conocimientos y cosmovisiones, y así, identificar las necesidades fundamentales para la vida. 

Para las mujeres, las mujeres indígenas y feministas que integramos la Alianza Política Sector de Mujeres, poner la vida en el centro es la apuesta de la Red de la Vida que llama a reconocer a la diversidad de sujetos, otras formas de vida, así como lógicas de convivencia armónica y de equilibrio en reciprocidad con los seres y elementos del universo, basadas en concepciones comunitarias y colectivas para la vida en plenitud.  En el caso de Iximulew-Guatemala, sin duda conlleva recuperar las cosmovisiones y cosmogonías de los pueblos originarios y del pueblo mestizo, reconociendo la historia de invasión, despojo y privilegios.  

Luego de largo tiempo de reflexión y debate, de autocrítica y crítica del modelo impuesto, pero también del ejercicio de recuperar el continuum de las resistencias, la resiliencia, de los conocimientos situados y de las prácticas ancestrales para el cuidado de la Red de la Vida, compartimos la ruta de lo que para nosotras representa #PonerLaVidaEnElCentro.

Cuestionar, cambiar y avanzar… 

  • Cuestionar las formas de vida “naturalizadas”
  • Cuestionar e interpelar las prácticas cotidianas internalizadas por el patriarcado, el colonialismo y el capitalismo
  • Cuestionar la violencia contra las mujeres en todas sus expresiones
  • Cuestionar las maneras de construir poder y democracia
  • Cambiar la manera de ver el mundo y recuperar la historia, la memoria, los conocimientos  ancestrales y las prácticas de los pueblos originarios y las mujeres plurales
  • Cambiar las maneras de consumir, producir, reproducir la vida y el intercambio para el sostenimiento de ésta
  • Avanzar hacia la libre autodeterminación de los cuerpos y los territorios (Movernos de lugar)
  • Avanzar hacia lo comunitario, colectivo y plural, rescatando las formas de organización basadas en principios de una ética de vida 
  • Avanzar en los procesos de descolonización de los cuerpos, los imaginarios, la subjetividad y los territorios
  • Avanzar hacia la Soberanía Alimentaria, las prácticas agroecológicas, la recuperación de especies y semillas originarias, y el sistema milpa (forma de siembra donde confluyen y se aprovechan distintas especies en la tierra)
  • Avanzar en la lucha contra el racismo y la colonialidad  
  • Avanzar en el cuidado de la madre tierra, de la biodiversidad y el cosmos
  • Avanzar en la defensa de los bienes comunes, los territorios y los conocimientos 
  • Avanzar en la transferencia de conocimiento y reconocimiento de los diversos ciclos de la vida y formas de estar 
  • Avanzar en la recuperación de prácticas y conocimientos ancestrales de comunicación, organización social y comunitaria y de convivencialidad 
  • Avanzar en el fortalecimiento del trabajo colectivo-comunitario
  • Avanzar en la construcción de alianzas estratégicas con movimientos sociales que converjan en la transformación del sistema patriarcal, colonial, racista y discriminador
  • Avanzar en la construcción de un proyecto político plurinacional desde los territorios

Impulsar hoy:

  • Acciones en favor de una vida digna para la humanidad y los seres vivientes 
  • La desestructuración de miradas, imaginarios y subjetividades colonizados, para enfrentar y reducir el miedo, la victimización y la internalización de las opresiones, y así romper las ataduras que limitan la construcción de las mujeres y los pueblos como sujetos
  • Acciones de resistencia frente al colonialismo, el heteropatriarcado y el capitalismo neoliberal 
  • Propuestas para la sostenibilidad  
  • La recuperación, defensa y cuidado del agua, las semillas, la tierra, las relaciones armónicas y de afecto 
  • Propuestas emancipadoras y del buen vivir (Ütz’ K’aslemal) para la vida en plenitud
  • Prácticas para la producción, la reproducción y el intercambio
  • La erradicación de la violencia contra las mujeres, el autoritarismo y la militarización en nuestros territorios cuerpo – tierra – memoria/historia 
  • Procesos de cuidado y autocuidado para las mujeres y los pueblos, vinculados con la naturaleza y el cosmos
  • Acciones para la defensa de nuestro territorio cuerpo-tierra, sexualidad e identidades políticas
  • La denuncia del sistema heteronormativo, que oprime a las mujeres en relación con las decisiones sobre nuestro cuerpo y nuestra sexualidad

Construir complicidades entre nosotras: 

  • Sospechando de lo que nos dijeron que era la vida, el desarrollo, la pobreza o una única forma de vivir
  • Escuchando a nuestros cuerpos y reconociendo nuestros malestares
  • Reconociendo que nuestros cuerpos tienen memoria, historia, son lugares de conocimiento y necesitan bien-estar 
  • Reconociéndo-nos   entre nosotras, nuestras capacidades, aptitudes, habilidades y potencialidades
  • Recuperando y posicionando los conocimientos y las prácticas ancestrales que tenemos las mujeres y los pueblos
  • Intercambiando saberes con otras y otros, haciendo un reconocimiento a las diversas cosmogonías y cosmovisiones de los pueblos
  • En la resistencia, desde lo personal, político, individual y colectivo
  • Recuperando nuestra memoria e historia como mujeres y pueblos
  • Reinterpretando y re-politizando nuestras prácticas cotidianas y la experiencia organizativa transcurrida
  • Reconociendo que hay otros sujetos en la vida, como la Madre Tierra y el cosmos
  • Sanar la historia de despojo que hemos vivido
  • Fortaleciendo desde los territorios la participación de mujeres jóvenes y niñas. 

 Este ejercicio lo hicimos en colectividad como mujeres plurales, feministas y mujeres de pueblos originarios; en nuestras organizaciones, en las comunidades y al interior del Sector de Mujeres.  

Imagen: Aporte de las compañeras de AFEDES, resultado de un proceso de construcción colectiva de intercambio. Sacatepéquez, Guatemala.