Andina Ayala / Participante del Diplomado: Hacia la construcción de una comunicación emancipatoria sobre derechos sexuales y reproductivos, impulsado por La Cuerda y el Grupo Multidisciplinario por la Defensa de los Derechos Sexuales y Reproductivos.

El Centro de Salud de Ciudad Satélite, zona 9 de Mixco, cubre las zonas: 8, 9, 10; las aldeas El Aguacate y El Campanero, vecinas del territorio mixqueño. Se amplió hace más de diez años con la idea de desfogar la demanda en el casco urbano en la zona 1 de Mixco. 

Llegar al sitio, toma quince minutos, caminando desde el punto más lejano de la colonia. Una persona que no vive en Satélite podría demorar veinte minutos o más, dependiendo del tipo de transporte y el congestionamiento vial. El lugar es de gran beneficio, especialmente en vacunación infantil. 

Este año fallecieron dos médicos del establecimiento. Las enfermeras y el encargado de recepción aseguran que no fue por Covid-19. Pero en marzo el centro de salud sólo contaba con una médica general, un equipo de doce enfermeras y enfermeros, el director y el psicólogo. No hay especialista para infantes, -la mayoría de pacientes-, ni un área ginecológica. Otra de sus deficiencias es que el registro de pacientes no está digitalizado, por lo tanto uno debe o llevar su carnet, recordar su número o esperar a que le encuentren por apellido entre miles de archivos amontonados.

Poco énfasis en planificación familiar 

Cualquier persona puede llegar y solicitar condones, no obstante, en el Centro de Salud de Satélite, no hay una oficina u espacio físico –específicamente- para solicitar estos insumos. Si bien es cierto, son un derecho y no debería causar estigma, muchas personas aún sienten vergüenza de hablar del tema. 

Al entrar al centro de salud, un hombre que no tenía vestuario de enfermero atendió la recepción, fue al primero a quien pregunté cómo podía obtener anticonceptivos. Un gesto de sorpresa le cambió el rostro y contestó que para eso tenía que pasar con la doctora. ¿Cuánto se tarda?, pregunté. Como hora y media, dijo.Y ¿también debo hacer cita para que me den condones? -Permítame, contestó.

Caminó hacia la puerta de la farmacia, su cuerpo expresó incomodidad y en voz baja, le dijo a la enfermera que yo solicitaba métodos anticonceptivos. El primero en atender como parte de este centro de salud, sin mayor identificación, con su actitud invita a cualquiera a desistir, no ofreció una solución sino hasta que le pregunté. 

La enfermera sonriente, me indicó que podía darme condones, únicamente debía mostrarle mi documento de identificación. Después dijo que iba a hablar con la doctora. No explicó exactamente para qué. Entonces le pedí también pastillas anticonceptivas. Este trámite demoró veinte minutos para que, al fin, entregara una docena de condones y dijera que, para las píldoras, sí debía pasar con la doctora. 

En el contexto de la pandemia por Covid-19, una espera corta o larga en cualquier clínica puede ser un procedimiento engorroso. En entrevista  conla doctora Karem Morales, Técnica de la Normativa de Planificación Familiar del Ministerio de Salud, comentó cómo fue el acceso a anticonceptivos este año: “Desde marzo, cuando se estableció el estado de calamidad, fue difícil acceder a los servicios en general y más a los de planificación familiar porque no se consideran de emergencia. A pesar de que se tenía instrucción de entregarlos, las personas no se podían comunicar o tenían miedo de llegar a los centros de salud”.  

Según los datos del portal del Ministerio de Salud, el método anticonceptivo más utilizado es el inyectable. Los departamentos de mayor demandan son: Alta Verapaz, Guatemala y San Marcos, en el orden respectivo. La plataforma sólo muestra los datos del 2019, y no se proporcionan otras gráficas, como acceso a métodos por identidad de género, procedencia étnica, ni por edad. Se desconoce el número real de adolescentes que a partir de los catorce años han adquirido métodos anticonceptivos. 

Las y los adolescentes pueden solicitar anticonceptivos en los distintos servicios de salud pública. Pese a que en Guatemala hay un marco legal amplio, y existe el decreto 87-2005 y acuerdos entre el Ministerio de Educación y el Ministerio de Salud, un adolescente no podría conseguir preservativos en su centro educativo, posiblemente la forma más fácil de hacerlo.

En la práctica, no existe la asignatura de Salud Sexual y Reproductiva, algo que quedó engavetado, de tal forma que el sistema público no puede asegurar que, -aunque la población adolescente obtenga anticonceptivos-, hagan uso adecuado de los mismos. 

“El Ministerio de Salud, ha procurado establecer espacios donde los adolescentes puedan tener información, incluso con actividades lúdicas. Ha abierto los espacios de salud para que los adolescentes lleguen con confianza”, asegura Morales. Pero es ampliamente conocido que miles de adolescentes inician su vida sexual sin tener tener conocimiento de su cuerpo e incluso creyendo en mitos como: “en la primera vez, no pueden quedar embarazadas”, arriesgando su salud a enfermedades de transmisión sexual. 

La anticoncepción y salud sexual una carga de mujeres

La doctora Morales, explica que “el condón es el único método de prevención del embarazo y enfermedades de transmisión sexual”. La estadística nos permite comprender que la planificación familiar y la anticoncepción son una carga que cae principalmente sobre las mujeres, solo el año pasado 945 mil 915 mujeres solicitaron el método inyectable; 53 mil 217 la píldora; y 29 mil 916 el método de barrera, que incluye condón femenino y masculino. 

Todavía falta mucho recorrido y sensibilización en el tema, para que sea una responsabilidad equitativa de mujeres y hombres.

 

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