Los ataques contra periodistas están en aumento en Guatemala. Se agudizan cuando se producen contra periodistas independientes y del ámbito comunitario. Uno de los casos emblemáticos es el de Anastasia Mejía, quien estuvo en prisión durante más de un mes y un año después todavía es perseguida por el Ministerio Público.

Jody García / laCuerda

La vida de la periodista Anastasia Mejia, directora de la emisora radial y de televisión Xol Abaj, ya no es igual desde septiembre de 2020, fecha en que la Policía Nacional Civil (PNC) la capturó por una denuncia del alcalde de Joyabaj, Quiché, Florencio Carrascosa Gámez.

Mejía pasó 37 días en prisión hasta que fue liberada bajo el pago de una fianza. La base del caso en su contra fueron dos transmisiones en directo que ella realizó mientras cubría una protesta contra el alcalde Carrascosa. El Ministerio Público la señaló de sedición, atentado, robo e incendio. Sin embargo, la jueza Susy Pérez declaró falta de mérito en dos de los delitos y la ligó a proceso por sedición y atentado.

Foto: Gilberto Escobar

Aunque la periodista recuperó su libertad, ni su vida ni su trabajo han regresado a la normalidad. Mejía sigue siendo perseguida por el Ministerio Público. La Fiscalía de Joyabaj, Quiché, presentó una apelación para pedir que enfrente proceso por cuatro y no dos delitos. La comunicadora lleva más de un año esperando que la Sala de Apelaciones de Quiché emita una resolución.

Si en los juzgados la cosas no van bien para Mejía, en la calle la situación es más complicada. Ella solía cubrir noticias de todas las comunidades de Quiché, pero desde que salió de la cárcel ha detectado que existe una estrategia, que viene de Carrascosa, para limitar su acceso a quienes ejercen liderazgo a nivel local, así como a los Consejos Comunitarios de Desarrollo (Cocodes).

“Han impedido que yo siga haciendo mi labor periodística en las comunidades, me ven como una amenaza, (piden) que nadie me de información, que nadie me hable y quienes lo hacen empiezan a ser señalados”, dijo Mejía a laCuerda.

La periodista ha visto obstaculizado su trabajo bajo la amenaza de que la municipalidad cortará apoyo financiero y acceso a proyectos a los Cocodes que hablen con ella. Pese a eso, continúa con sus programas radiales en Xol Abaj Radio, desde donde fiscaliza el trabajo de los gobiernos municipales.

No es la única

El caso de Mejía se da en medio del incremento de ataques contra periodistas de Guatemala. Solo entre octubre y noviembre fueron denunciados los periodistas José Rubén Zamora, director de elPeriódico y Juan Luis Font, fundador y conductor de ConCriterio; además los periodistas Baudilio Choc, Carlos Choc y Juan Bautista, de Prensa Comunitaria, sufrieron hostigamiento por la cobertura del estado de sitio en El Estor, Izabal.

Según la Organización Reporteros sin Fronteras, Guatemala se encuentra en el puesto 116 de 180 países en cuanto a riesgo para ejercer el periodismo.

En Periodistas Bajo Ataque, una investigación realizada por Confirmado, se detalla que las y los comunicadores de Guatemala se enfrentan a dos tipos de ataques: acoso sistemático u ocasional y campañas de desprestigio que se difunden en redes sociales. Estas agresiones quedan impunes porque no existe legislación que proteja a los afectados de este tipo de acciones.

“Las entidades del sector justicia no investigan este tipo de hechos y las plataformas tecnológicas no facilitan la denuncia respectiva”, señala el informe.

Confirmado también reveló que cubrir corrupción se ha vuelto más peligroso que cubrir narcotráfico.

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“Quienes cubren nota roja, crimen organizado y narcotráfico son usualmente los primeros en la lista de temas peligrosos, pero actualmente son los que cubren política y corrupción los que se enfrentan a diario a diversos tipos de ataque. Todos los periodistas entrevistados aseguran que las amenazas y ataques ocurren luego de publicar temas relacionados a corrupción, principalmente de funcionarios de gobierno”, cita la investigación.

Los casos que presentan los periodistas no avanzan

De vuelta a Anastasia Mejía, la situación que enfrenta revela el trato que reciben del sistema de justicia las y los periodistas bajo ataque. En marzo de 2019 la periodista presentó una denuncia en el Ministerio Público por el delito de violencia contra la mujer. Según relató a la fiscalía y a laCuerda, en esa fecha fue agredida físicamente y amenazada con un arma de fuego por Florencio Carrascosa, alcalde de Joyabaj. Esto ocurrió mientras ella fungía como concejala de la municipalidad.

Más de dos años después, en julio de 2021, la Sala Regional Mixta de Apelaciones de Quiché le levantó la inmunidad a Carrascosa y ordenó que fuera investigado. Aunque ya pasaron cuatro meses desde esa resolución, el caso no ha tenido ningún avance.

“Me sorprende que el proceso no camine nada, estoy bastante preocupada porque se trata de alguien que todavía está en el poder (como alcalde). Me llama la atención que en mi caso el Ministerio Público procedió rápido para capturarme, mientras yo llevo años exigiendo justicia por los daños que sufrí y hasta el momento no tengo ni fecha de audiencia para que (Carrascosa) sea llamado a primera declaración”, explicó.

Al mismo tiempo que las agresiones contra Mejía están en la impunidad, el pasado miércoles 10 de noviembre periodistas de Guatemala se pronunciaron en un comunicado público donde denunciaron que el Ministerio Público está coludido con personas que fueron declaradas antidemocráticas por Estados Unidos, para iniciar procesos penales contra medios de comunicación, reporteras y reporteros.

“Lejos de buscar impunidad, exigimos a los jueces discernir entre investigaciones objetivas sobre hechos que sí constituyen delitos de aquellas operaciones movidas con un ánimo de venganza o que pretenden debilitar a la prensa”, afirmaron en un comunicado de prensa.

En medio de un panorama oscuro y de represión contra la prensa, las y los periodistas aseguran que no serán callados.