Han transcurrido 25 años de la firma de la paz en Guatemala y aunque se ha creado institucionalidad para impulsar los derechos de las mujeres, la paz no se ha concretado en sus vidas. Persisten altas tasas de femicidio, violencia sexual en su contra y brechas de inequidad en la mayoría de sus derechos.  

Mariela Castañón / laCuerda

El 29 de diciembre del año 1996 fueron suscritos los Acuerdos de Paz, que pusieron fin a un conflicto armado de 36 años, esto, en teoría, debía reflejarse en la vida de las niñas y las mujeres guatemaltecas, sin embargo, todavía existen varios desafíos para lograrlo. 

¿De qué paz hablamos? Cuestionan la socióloga uruguaya Silvia Trujillo y la psicóloga Camilla Camerlengo, en el marco de la investigación colectiva impulsada por la fundación PROPAZ titulada “Resignificando los Acuerdos de Paz”, donde analizan los contenidos de los Acuerdos de Paz referidos a las mujeres y la posibilidad de actualizar los mismos. 

Trujillo explica que, tras la firma de los acuerdos, se cumplió con la construcción de institucionalidad, por ejemplo, la creación de la Defensoría de la Mujer Indígena (Demi), la Secretaría Presidencial de la Mujer (Seprem), así como la Política de Promoción y Desarrollo de las Mujeres, oficinas de género en instituciones de gobierno y la incorporación del clasificador de género en la administración financiera para visibilizar el gasto público a favor de las mujeres.

Sin embargo, aunque se avanzó en el terreno formal e institucional, existen “grandes brechas” en la participación política de las mujeres que es baja, al igual que al acceso a la tierra, a las propiedades, a la educación, al derecho a la vida y a la seguridad de las mujeres, “es un enorme vacío, una enorme deuda que tiene el Estado guatemalteco, porque no se dan las condiciones, los femicidios y desapariciones de mujeres son un problema enorme”, refiere Trujillo.

De acuerdo con el Observatorio de la Mujer del Ministerio Público (MP), hasta 19 de diciembre de este año se habían reportado 481 femicidios o muertes violentas de mujeres.  Además, hay un registro de 5 desapariciones diarias de mujeres.

En la actualidad, también existe otra situación que afecta la vida de las mujeres y Trujillo lo resume como “la guerra contra los cuerpos de las mujeres no ha parado”.

María Dolores Marroquín, de la organización Voces de Mujeres coincide con Trujillo y explica que en este estado de guerra, los cuerpos de las mujeres son utilizados para que un agresor envíe un mensaje a su oponente, “el lazo se rompe por la fibra más delgada y en este caso las mujeres son quienes hemos alzado la voz con más contundencia en los últimos 25 años, creo que somos objeto de esos vejámenes un poco para situarnos en el lugar donde estábamos en términos privados y públicos”, argumenta.

En este contexto, Marroquín también expone la impunidad en la violencia sexual contra las niñas y las mujeres. 

Según el Ministerio Público, del 1 de enero de 2018 al 31 de octubre de 2021, registró 32,531 mujeres y niñas víctimas de violación y agresión sexual, pero en ese periodo de tiempo solo obtuvo 2,042 sentencias por esos delitos: 533 absolutorias y 1,509 condenatorias.

Organización y participación de mujeres 

Marroquín y Trujillo refieren que, tras la firma de los Acuerdos de Paz, han observado que la organización, la participación y la capacidad de respuesta de las propias mujeres, ha permitido algunos cambios.

Marroquín opina que esos “cambios generados por las mismas mujeres”, pueden reflejarse en la creación de leyes, políticas públicas, así como de un Acuerdo Gubernativo que dio origen a la Comisión Coordinadora del Foro Nacional de la Mujer, que abrió espacios para la organización y participación de mujeres. 

La exdiputada Sandra Morán, recuerda que en 1997 organizaron el Foro Nacional de la Mujer y el primer tema fue “el derecho a tener derechos”, lo cual sigue incidiendo en la actualidad, porque en cada “rincón del país”, hay un colectivo de mujeres o un Consejo Comunitario de Desarrollo Urbano y Rural (Cocode). 

Morán considera que ha habido algunos cambios, transcurridos 25 años de la firma de los Acuerdos de Paz, pero esto ha ido en función de que las mujeres estén en la lucha de ejercer la ciudadanía y el voto.

Por otro lado, la exfuncionaria explica que durante su gestión como congresista (2016 – 2020) presentó la Ley de Desarrollo Económico, en el marco de los Acuerdos de Paz y no avanzó en el Congreso, “la parte económica, la parte sustantiva de bienestar para las mujeres, no avanzó”, reitera. 

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Morán agregó que sigue demandando paridad en la participación política, como una necesidad para llegar a tomar decisiones y comprometerse con la población y otras mujeres.

Según ONU Mujeres, en 21 países hay jefas de Estado o de Gobierno, y 119 nunca han sido presididos por mujeres. Mientras que solo el 21% de quienes ocuparon ministerios fueron mujeres, y apenas en 14 países los gabinetes de Gobierno han alcanzado el 50% o más en la representación de las mujeres.

En Guatemala, solo el 19% de escaños en el Congreso está ocupado por mujeres. Un porcentaje que ha aumentado en 11% registrado en 1995.

Revivir los Acuerdos de Paz

Silvia Trujillo considera que es necesario revivir los Acuerdos de Paz porque “mataron su espíritu”, que estaba relacionado con pensar en un país distinto, agrega que se debe tratar de hacer un ejercicio de resignificar esos acuerdos, porque hay varios temas que no han sido incluidos como la violencia contra las defensoras de la tierra y el territorio, el impacto de las concesiones mineras en la vida de las mujeres, la violencia y sus nuevas manifestaciones, la criminalización de la migración y sus consecuencias, entre otras. Agregó que son necesarias reformas a las leyes como por ejemplo a la Ley Electoral y de Partidos Políticas, así como la creación del tipo penal para el acoso sexual que es una demanda que las mujeres han sostenido muchos años en el país. 

Mientras que Morán dice que una de las ideas puestas sobre la mesa es el Estado Plurinacional para el Buen Vivir, que es una propuesta y el nuevo paradigma, “un paso delante de los Acuerdos de Paz”, describe.

Según Morán, desde Mujeres con Poder Constituyente también han retomado las propuestas que hicieron en 1994 para los Acuerdos de Paz.

Las entrevistadas coinciden en que aún persisten enormes desafíos, si bien ha habido algunos avances, en los últimos años se constatan retrocesos y falta de voluntad política de los distintos gobiernos para garantizar el acceso peno de las mujeres a sus derechos.