La elección irregular de Walter Mazariegos, como rector de la Universidad de San Carlos (USAC), es uno de varios casos que reflejan la cooptación en esa casa de estudios, explican mujeres universitarias, quienes también demandan cambios al sistema de elección.

Mariela Castañón / laCuerda

El pasado 14 de mayo, Mazariegos fue electo por el Consejo Superior Universitario (CSU) como rector de la USAC. Esto en medio de cuestionamientos, represión y señalamientos de anomalías en el proceso.

Ante esta situación, tres mujeres con trayectoria relevante en la USAC se expresaron en contra de la elección y mencionaron la necesidad de cambiar estas prácticas irregulares que han persistido desde hace varias décadas.

Lenina García, exsecretaria general de la Asociación de Estudiantes Universitarios (AEU),  opina que la elección de Mazariegos no puede verse como un hecho aislado, sino que forma parte de un proceso de pérdida de la esencia de la USAC.

La exsecretaria de la AEU agrega que a la USAC se le ve como un espacio estratégico que podría ser cooptado, o secuestrado para fines espurios: “no para defender la educación pública, sino para usarla como un espacio de poder, corrupción e impunidad, que le sirva a rectores, decanos y miembros como plataforma política para fines económicos y personales”.

 

A criterio de la entrevistada, no es casualidad que Jafeth Cabrera, exvicepresidente de la República y Eduardo Meyer, exdiputado, empezaran su trayectoria en la universidad y luego estuvieran en la política. Ambos casos reflejan la relación con la vida estudiantil y la política nacional que se ha corrompido en los últimos años, reiteró.

Ana Silvia Monzón, integrante de la Comisión Universitaria de la Mujer de la USAC (que surgió desde 1994) cuestionó la elección de Mazariegos, pero enfatizó que este solo es el reflejo de cooptación en la USAC.

Monzón, también recordó el amedrentamiento de  la USAC en los años 80, por ejemplo, cuando el Ejército irrumpió en la universidad, o cuando se le quitó la rectoría de la educación superior a la USAC y se creó el Consejo de la Enseñanza Privada Superior.

 

Por otro lado, la profesional expuso la politización que se ha hecho de la Universidad y los actos de corrupción que llevaron a la detención de los exrectores Estuardo Gálvez y Murphy Paiz (ambos beneficiados con libertad condicional recientemente).

Fraude electoral

Recientemente la Comisión Universitaria de la Mujer emitió un comunicado para rechazar el fraude electoral en la USAC, “violentando su autonomía y agravando su historia”.  La Comisión cuestionó que Mazariegos, al ver amenazada su elección recurrió a acciones ilegales y negoció con un sistema de justicia cooptado.

Fotografía: Cortesía

laCuerda se comunicó con Mazariegos, para obtener su postura sobre este y otros señalamientos, sin embargo al cierre de esta publicación no contestó a las llamadas realizadas.

Por su parte la exsecretaria de la AEU, rechazó las elecciones a la rectoría y consideró que se violentaron sus derechos como estudiante de una escuela no facultativa, por lo tanto, no pudo votar para elegir al rector, tampoco fue parte de ninguna agrupación político-universitaria porque no era estudiante de Facultad, “eso no significa que no me indigne”, expresa.

Reformar el sistema cooptado

Monzón opina que es importante reformar el sistema actual y que la propuesta debe surgir de las y los estudiantes.

La profesional explica que esta reforma debe adaptarse a la realidad nacional y romper el gobierno universitario que está en manos de 10 facultades y deja fuera al 54% de estudiantes que están en centros regionales y que no tienen derecho a voto.

También te puede interesar: Día de la Visibilidad Lésbica: el reto de romper barreras políticas, deportivas y laborales

Por su parte, Lili Caravantes, quien estuvo como electora en la Planilla 2 de los Colegios de Profesionales de Odontología, considera que es importante capitalizar la indignación de estudiantes, docentes, profesionales. Sin embargo admite que hace falta fortalecer las formas de actuar.

Caravantes considera que si se activaran todos los mecanismos en otras unidades académicas se demostraría que hay una forma efectiva de fiscalizar y de ejercer un contrapeso en el sistema de gobierno de la universidad.