La Revuelta

La Revuelta es un punto de encuentro entre mujeres que buscamos construir una comunidad de aprendizaje colectivo donde podamos generar nuestros propios espacios, rutas y metodologías en los campos personales, artísticos y profesionales. Al utilizar el arte de la posibilidad pretendemos distanciarnos de las relaciones de poder y las violencias estructurales que determinan y caracterizan los mundos del arte.

El colectivo de curadoras mujeres está conformado por Christa Krings, Fernanda Alvarado, Jimena Galán Dary, Maya Juracán, Renata Álvarez y Vekis Morales. Somos una organización que trabaja de manera horizontal, con diferentes coordinaciones que se retroalimentan. En otras palabras, cada una asume su espacio y se encarga de llevar a término lo que tiene que hacer en consulta con las demás.

La Revuelta tiene más de un año y medio de existencia, nació durante la pandemia, a partir de nuestra necesidad de organizarnos, acuerparnos y accionar en los espacios públicos y privados. Ese ejercicio desencadenó en una serie de encuentros con otras, acompañamientos y aventuras que hasta el día de hoy seguimos viviendo. Nuestro propósito ha sido recontar la historia por y desde nosotras a través de la recuperación de una memoria histórica y colectiva que documente las vivencias y las voces de las mujeres, así como de cuerpos disidentes que se han atrevido a actuar desde la resiliencia y la resistencia. Experiencias y narrativas que han sido muchas veces silenciadas en el canon de la historia.

Juntas nos quitamos el miedo

Todos aquellos temores surgidos de no consultar, 

de consultar mucho,

no ser suficientemente buenas,

creernos suficientemente buenas,

ser muy jóvenes,

ser muy viejas,

pertenecer a la academia,

no pertenecer a la academia,

atrevernos,

no atrevernos,

ser suficientes,

no ser suficientes,

decir mucho,

no decirlo,

ser muy apropiadas y

no ser apropiadas…se fueron eliminando al construir juntas nuestros caminos, redes de apoyo y lugares.  El temor se fue quedando afuera, atrás. Comenzó a sentirse como un espacio propio donde construimos amistades y redes de apoyo, donde nos sentíamos representadas y acompañadas. Aprendimos a existir para resistir. Entendimos que resistir en solitario no era una opción. Es más, no entendíamos cómo lo habíamos hecho antes.

Fotografía: La Revuelta

Sabemos de la escasa representación de las mujeres en el arte, que sigue siendo predominante masculino y blanco, por eso nuestros proyectos e investigaciones proponen herramientas y estrategias de incidencia desde los feminismos y desde un ejercicio curatorial comunitario. Somos sujetas políticas que investigan, denuncian y activan para reivindicar las prácticas y los procesos artísticos. Por eso hemos generado un proyecto autosostenible que funciona por medio de financiamientos, talleres, exposiciones, mercaditos, venta de mercadería y todo lo que esté en nuestras manos. Vale decir que nuestros planes, proyectos y sueños nacieron antes de aplicar a las convocatorias de financiamientos, pero los necesitamos para convertirlos en realidades. 

Hemos aplicado a oportunidades de financiamiento, pero también reconocimos la importancia de la autogestión como insurrección y decidimos hacer de nuestras insignias de lucha algo que se pudiera compartir. De esta manera nació nuestra línea de artículos con la frase “NADA DE NOSOTRAS, SIN NOSOTRAS”. No sabíamos el impacto que iba a tener. Hasta que se nos agotó todo y comprendimos que la frase hizo eco en una necesidad compartida. Cabe destacar que con estos ingresos podemos costear otros proyectos nuestros como Las Calles Son Nuestras, Las Irrepresentadas, Recontarnos 2020 y Rewriting Us 2022.

En un año y medio de existencia, y desde nuestras posibilidades, hemos incrementado la participación significativa e inclusiva de las mujeres, puesto que a través de nuestras gestiones y acciones hemos logrado aumentar la visibilizad y el papel que tienen las mujeres y cuerpos disidentes dentro de los aconteceres políticos, públicos y artísticos. Sin embargo, más allá de las propuestas y los proyectos, La Revuelta se ha convertido en una plataforma para que las mujeres construyan alianzas y redes de apoyo al momento de denunciar injusticias, realizar prácticas artísticas, promover discursos políticos, realizar campañas, compartir alegrías y sobrellevar duelos.

Los mundos del arte están cambiando. Somos nosotras las que impulsamos dichos cambios. No podemos, ni queremos construirnos alrededor de una escena cultural machista, misógina, racista y clasista. En cambio, somos mujeres de muchos feminismos que durante mucho tiempo reclamamos un lugar y no fuimos escuchadas. No nos consideramos “las adelantadas” a nuestras épocas, ni “las musas glorificadas del arte”. Por el contrario, somos las desobedientes, las que vamos a contar nuestras historias con nuestras voces: no queremos inclusión en un mundo que no es nuestro, lo que buscamos es la insurrección.

Resistir no es fácil. Nunca lo ha sido. No estamos exentas de reproducir las diferentes violencias y relaciones de poder que suceden alrededor de nosotras, por lo que es una decisión que tomamos todos los días y buscamos hacerlo desde lo individual, lo colectivo y en comunidad. También es identificar que continuamos en un proceso y que aún nos faltan cosas por aprender y desaprender.