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Mujeres sobrevivientes de violencia participaron en un proceso lúdico-formativo con el objetivo de fortalecerse, a partir de sus experiencias, conocimientos y emociones, como sujetas capaces de transformar sus realidades.

Estreno en Escuintla de la obra de teatro «Unidas y Musas»

La iniciativa, impulsada por Las Poderosas Teatro, el Grupo Guatemalteco de Mujeres (GGM) y la Asociación Solidaria Andaluza de Desarrollo (ASAD), se enfocó en el acompañamiento a quienes han sido atendidas por los Centros de Apoyo Integral para Mujeres Sobrevivientes de Violencia (CAIMUS), particularmente los ubicados en Guatemala, Escuintla, Suchitepéquez y Rabinal, Baja Verapaz.

Para el desarrollo del proceso se utilizó la teatroterapia como herramienta que “aborda de manera integral las emociones, identificando las necesidades internas provenientes de las heridas y los traumas que se cargan desde la niñez.  A través de su aplicación, las mujeres sobrevivientes se apropian de sus emociones para aprender a manejarlas de una forma consciente y tener así una mejor calidad de vida”, señalan las impulsoras de esta iniciativa.

Las participantes fueron parte de una serie de espacios, facilitados por Las Poderosas Teatro, en los que, a través de la teatroterapia, lograron visibilizar la violencia en contra de las mujeres, hablar de los impactos de esta problemática en sus vidas y, sobre todo, avanzar en la atención y manejo de los impactos y las emociones vividas; el proceso además estuvo acompañado de diversas capacitaciones formativas, facilitadas también por el equipo multidisciplinario de los cuatro CAIMUS.

Las acciones impulsadas por este consorcio de organizaciones se llevaron a cabo en el marco del proyecto “Mujeres sobrevivientes de violencia agentes de cambio para la transformación social con el apoyo de los CAIMUS, Guatemala”,  que tuvo por objetivo fortalecer las capacidades de los CAIMUS para la mejora en la atención de procesos de sanación emocional proporcionada a mujeres sobrevivientes.

El proceso culminó con el montaje de una obra, en cada departamento, que permitió dar cuenta de las violencias que enfrentan las mujeres, pero fundamentalmente del significado que da a sus vidas, reconocerse como sobrevivientes que hoy avanzan en la transformación de sus realidades.