Entrevista a Emma Molina Theissen / laCuerda
Parte I de II.
Ante la reciente excarcelación de militares condenados a 58 años de cárcel por los delitos de desaparición forzada, violación sexual con agravación de la pena y delitos contra los deberes de humanidad en la sentencia del Caso Molina Theissen, laCuerda conversó con Emma, quien sobrevivió a la captura y torturas a las que fue sometida durante nueve días por miembros del ejército hasta que logró escapar. Como represalia, el 6 de octubre de 1981, los militares secuestraron a su hermanito, Marco Antonio Molina Theissen de 14 años de edad, quien fue arrebatado de los brazos de su madre, sin que hasta hoy se haya sabido nada de él. Desde entonces, la familia ha luchado por justicia y por saber dónde están los restos de su niño.
Ante semejantes crímenes padecidos, nos hemos preguntado cómo han hecno para enfrentarlos y sobrevivirlos, qué las ha sostenido en una lucha tan larga, tan difícil y tan ardua. Las respuestas de Emma son auténticas claves para sobrevivir a la impunidad.
Nosotras lloramos, nos enojamos, nos da mucha rabia, nos apoyamos. Nos damos fuerzas entre todas. Tratamos de expresarnos en distintos espacios, porque estos hechos son parte de las violaciones a nuestros derechos humanos.
La ruta que elegimos es la legal, allí están las y los abogados y nosotras revisando los escritos en la madrugada, porque es necesario ver qué se dice en nuestro nombre. Este proceso es de todas las personas que nos han apoyado, que nos abrieron este camino de justicia. Somos un montón.
Nosotras nos hemos resistido por décadas a conformarnos. Esto es como el mito de Sísifo, todos los días hay que subir la piedra, es como decaer-caer- levantarnos-sacudirnos el polvo y seguir adelante. Nosotras estamos muy determinadas a que haya justicia en este caso y en todos, a que en Guatemala haya una justicia que se pueda llamar así. Nosotras tenemos el ánimo, la determinación de seguir adelante. Hasta que me muera.
Lo hacemos por Marco Antonio. No nos cabe en la cabeza dejar de hacer algo para que haya justicia. Algún día, a alguien, a nuestros hijos o nietos, les van a entregar los restos de nuestro niño. También lo hacemos por mi mamá, que es una mujer muy fuerte, y quien siempre tuvo la conciencia de que nada le va a devolver a su hijo. Y lo hacemos por la fuerza del amor hacia ese país tan dulce como amargo.
En ambientes hostiles como el que estamos viviendo en Guatemala, es preciso contar con herramientas para resistir, para no dejarse vencer, para construir comunidades de afecto, de apoyo que nos permitan seguir alimentando el sueño de vidas dignas. El ejemplo de quienes no se conforman es clave para no sucumbir y seguir haciendo lo que queremos y en lo que creemos.
La Cuerda rechaza profundamente la impunidad y la cultura que la promueve. Estamos convencidas que una Guatemala libre de corrupción es posible, con el consenso del común, y que juntar fuerzas es vital para resistir y continuar el camino de la dignidad.
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Foto de portada: Tomada de Open Democracy