Mélina Nantel / laCuerda

Foto: Mélina Nantel

El miércoles 16 de agosto, se llevó a cabo la séptima audiencia del debate oral y público del caso de la periodista Norma Sancir contra tres agentes de la PNC. Durante más de nueve años, Norma ha estado en busca de justicia debido al abuso de autoridad del que fue víctima en septiembre de 2014 mientras ejercía su labor periodística al cubrir una manifestación.

En la audiencia del miércoles pasado, el 9 de agosto, el juez Jorge Douglas Ochoa Loyo escuchó el testimonio de Katharina Ochsendorf, quien brindó su declaración a través de la plataforma Zoom. La ciudadana alemana, empleada de Brigadas Internacionales de Paz, estuvo presente en el lugar el día de los incidentes cuando Norma Sancir fue arrestada ilegalmente por los agentes de la PNC. En su testimonio, Katharina Ochsendorf relató que había sido designada por la organización Brigadas Internacionales como observadora internacional con el objetivo de garantizar que no se cometieran abusos contra los derechos humanos. Para ella, que había trabajado en Guatemala por más de un año, el 18 de septiembre, fecha de los hechos, fue claramente el evento más violento y desafiante al que había asistido.

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La voluntaria también mencionó que al encontrarse con Norma, ésta había sido despojada de su credencial de prensa y su bolso, objetos que tenía consigo el día anterior cuando se vieron. Estos elementos de prueba podrían respaldar la causa de la periodista, tal como sostienen sus abogados.

Tres testimonios presentados por el MP

En la audiencia de esta semana, el miércoles 16 de agosto, se escucharon tres testimonios adicionales, propuestos por el Ministerio Público, que corresponden a Joel Abelardo García, Nelton Rivera y Edwin Paxtor.

El primer testimonio en ser presentado fue el de Joel García, quien conducía el tuc tuc que llevó a Norma al lugar del evento en la mañana en que ocurrieron los hechos. García, quien no conocía a la periodista, fue llamado como testigo por un compañero de Norma después de darse cuenta de que había sido arrestada ilegalmente. Aunque ha transcurrido un período de nueve años desde los acontecimientos, su testimonio es fundamental para reconstruir los eventos y corroborar las fechas y horas proporcionadas por la periodista en su propio testimonio.

Tal como mencionaron tanto Norma como Katharina Ochsendorf de Brigadas Internacionales de Paz, el conductor del tuc tuc también afirmó en su testimonio que una vez en el lugar de la manifestación, se observó una fuerte presencia policial acompañada de gases lacrimógenos y fuegos. Asimismo, confirmó que la periodista llevaba puesto su chaleco de periodista y se encontraba tomando fotografías, lo cual confirmaba su profesión. Además, se enteró de su arresto a través de un compañero de trabajo, quien le solicitó testificar en ese día.

El segundo testimonio presentado ante el tribunal fue el de Nelton Rivera, quien en ese momento ocupaba el puesto de coordinador nacional en el medio digital Prensa Comunitaria. Fue para este medio que Norma Sancir estaba en el lugar ese día para cubrir el evento. El periodista Rivera afirmó que la conocía desde hace más de diez años. También afirmó que las políticas de Prensa Comunitaria son claras: en caso de abuso de autoridad contra un periodista, el medio hará todo lo posible por colaborar con las organizaciones de defensa de los derechos humanos. Y eso fue precisamente lo que hicieron. 

Rivera, quien vio a Norma después de su detención, le relató al juez que ella se encontraba en un estado profundo de vulnerabilidad. En su testimonio afirmó que estaba asustada y parecía haber sufrido agresiones físicas. Recordó al tribunal que su arresto fue ilegal: «Le quitaron su derecho a informar, le quitaron su voz y le quitaron su libertad. No la llevaron por el camino legal, sino fuera de la jurisprudencia», comentó en referencia a los agentes de la PNC.

Al concluir su testimonio, el periodista, personalmente conmovido por la situación y quien según sus palabras también ha vivido situaciones similares con otros colegas periodistas en el pasado, denunció la peligrosidad de la profesión periodística. Afirmó que no es normal que los policías, quienes en teoría deberían representar seguridad en la sociedad, sean fuente de temor y puedan abusar de los periodistas. «En este país, el ejercicio del periodismo conlleva muchos riesgos. Eso debe cambiar», sostuvo con firmeza.

El tercer y último testimonio correspondió al periodista Edwin Paxtor, quien atesora más de 40 años de experiencia en el campo. Paxtor visitó a Norma mientras estaba detenida por la Policía Nacional Civil e intentó durante el evento convencer a los agentes de la ilegalidad de su detención. Su testimonio estuvo sujeto a un enérgico contrainterrogatorio por parte de la defensa, quienes le formularon preguntas con el propósito de validar el camino legal que debe seguir un periodista. Con un tono tenso, Edwin Paxtor afirmó en varias ocasiones que Norma había sido encarcelada ilegalmente, que el ejercicio del periodismo no es un acto ilícito y que la sociedad, incluyendo a los policías, debe proteger a los profesionales de la prensa. «Nuestra única defensa es un lápiz, papel, una computadora y una cámara. Todo eso es necesario para documentar lo que ocurre en nuestro país. Debemos estar protegidos», recalcó.

«Hasta que se dicte la sentencia, esperamos justicia»

La audiencia de esta semana ha sido cargada de muchas emociones para la periodista Norma Sancir. Tras más de nueve años de procesos judiciales, siete audiencias y tanto preparación como paciencia, Norma lamenta que los contra-interrogatorios hayan llevado a los testigos a reafirmar cuestiones elementales, como sus derechos fundamentales y la legitimidad de ejercer su profesión de periodista.

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«Para los dos testimonios que se centraban en la labor periodística, parece que intentan deslegitimar nuestro trabajo, incluso llegar a criminalizarlo, a pesar de ser una labor importante para la sociedad», afirmó después de la audiencia. Sin embargo, la periodista no pierde la esperanza y, aunque quedan varias audiencias por delante, confía en que la justicia prevalecerá: «Hasta que se dicte la sentencia, esperamos que haya justicia».

La siguiente audiencia está programada para el miércoles 30 de agosto a las 11:00.