Mélina Nantel / periodista laCuerda

Foto: Verónica Girón

Después de tres años de luchas, las comunidades del histórico Pueblo Itzal/San Ildefonso Ixtahuacán, en Huehuetenango, han alcanzado un logro trascendental: la aprobación del Acuerdo Municipal en Defensa del Agua. Este hito histórico no solo representa la victoria de un esfuerzo colectivo, sino que también refleja la vital importancia que el agua tiene para la vida y el bienestar de las comunidades.

El agua, fuente de vida y sustento, es el elemento fundamental que sostiene el equilibrio y la existencia misma de la sociedad. Desde tiempos ancestrales, las colectividades de San Ildefonso Ixtahuacán y los pueblos originarios han considerado el agua como una entidad sagrada, un símbolo de maternidad y vida. Es el río que nutre los campos, la lluvia que fertiliza la tierra, y el elemento que fluye en los cuerpos. “Sin agua, no hay vida”, comentó Catarina Maldonado,  facilitadora comunitaria. 

En tiempos actuales, el agua enfrenta numerosas amenazas. La privatización y el acceso restringido se han convertido en preocupaciones crecientes en todo el mundo. Las comunidades de San Ildefonso no son ajenas a esta realidad, y han enfrentado presiones externas que buscan explotar y comercializar el agua en beneficio de unos pocos, sin considerar las consecuencias devastadoras para las comunidades y el medio ambiente.

En este contexto, la aprobación del Acuerdo Municipal en Defensa del Agua adquiere una relevancia histórica. Este no solo protege y preserva el acceso al agua para las 46 comunidades, también envía un mensaje claro de resistencia y determinación. Es un testimonio de la capacidad para organizarse y luchar por su derecho a un elemento vital y para asegurar un futuro sostenible para las generaciones venideras.

El agua, fuente primordial de vida y madre protectora

El agua desempeña un papel vital y fundamental en la vida. Como sabiamente señala Catarina Maldonado: “Para nuestras comunidades, el agua es vida, sin ella no puede existir vida”. Yessenia Sales Morales, del equipo de AFOPADI, agrega: “En San Ildefonso Ixtahuacán y para los pueblos originarios, el agua representa a la madre, simboliza la vida misma. Sin agua, la existencia se torna imposible. Por esta razón, merece nuestro respeto y cuidado incondicional”. AFOPADI es una organización cuyo objetivo es construir autonomía y buen vivir junto a las comunidades de San Ildefonso Ixtahuacán.

“El agua tiene un significado profundo para estas comunidades y, por ende, debe ser preservada. Actualmente, nos enfrentamos a diversas amenazas contra el agua y numerosas leyes que ponen en peligro su acceso debido a la privatización. Es de vital importancia que las comunidades protejan el agua y salvaguarden la vida. El agua es vida, es nuestra madre”.

“Además, el cuerpo humano está compuesto en 50 por ciento de agua, lo cual resalta su importancia desde la cosmovisión maya”, añade Yessenia Sales Morales.

El impacto del acuerdo en la defensa del agua

El Acuerdo Municipal en Defensa del Agua representa un logro trascendental al garantizar su protección y salvaguardia. Este acuerdo establece una base sólida para hacer frente a cualquier intento de privatización del agua en la región.

Una de las principales preocupaciones de las comunidades era la creciente amenaza de la privatización, que se había convertido en una constante fuente de inquietud debido a la implementación de leyes y políticas que podrían permitir el control y la explotación de este bien por parte de empresas privadas. El acuerdo brinda un marco legal para impedir que el agua sea objeto de apropiación privada. 

El camino hacia el acuerdo

Durante aproximadamente tres años, se llevó a cabo un proceso de sensibilización en las comunidades a través de la asociación de formación AFOPADI, iniciado en el año 2021. Como destaca Yessenia Sales Morales, miembro del equipo de AFOPADI: “Visitamos las comunidades para difundir información sobre las leyes que se estaban aprobando a nivel nacional”. Continúa explicando: “Somos conscientes de que debido a la distancia en la que viven las comunidades, a menudo la información no les llega. Por lo tanto, asumimos la responsabilidad de compartir y difundir información en las comunidades sobre el tema del agua”.

El proceso que llevó a la aprobación de este acuerdo pasó por varias etapas. En primer lugar, se realizó una labor de sensibilización para generar conciencia en las comunidades. Luego, se estableció un diálogo entre las distintas comunidades involucradas. Por último, se manifestó la voluntad de organizarse y emprender acciones concretas para proteger el agua a nivel local. Yessenia enfatiza la importancia de la organización y la colaboración entre las distintas comunidades, ya que a menudo expresan la necesidad de contar con una mediadora o alguien que les brinde apoyo. En este sentido, AFOPADI se ofreció para respaldar el proceso que deseaban iniciar.

Foto: Verónica Girón

Estos tres años de arduo trabajo y dedicación fueron fundamentales para que pudieran alcanzar este acuerdo histórico en defensa del agua. La sensibilización, el diálogo y la organización comunitaria fueron los pilares que permitieron a las comunidades unirse y luchar por la protección de este recurso vital.

Un acuerdo histórico que marcará la memoria colectiva

El acuerdo alcanzado es considerado un hito histórico que perdurará en la memoria de las personas. Como bien menciona Catarina Maldonado, “Es una lucha de las comunidades, no fue fácil, pero cuando nos unimos como comunidades, la fuerza se hace presente”. Además, resalta, “Al principio, nos enfrentamos a limitaciones impuestas por el municipio, pero al final, cuando las comunidades se unieron en defensa del agua, logramos superar esos obstáculos. Fue una lucha comunitaria”.

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En el municipio se han alcanzado dos acuerdos significativos en su historia. Uno de ellos ocurrió en septiembre de 2007, cuando se estableció un acuerdo en contra de la minería en el territorio. Cada año, las comunidades realizan una marcha para conmemorar este logro y defender la tierra, que no será explotada por la minería. 

De manera similar, el Acuerdo Municipal en Defensa del Agua logrado por las comunidades de San Ildefonso Ixtahuacán es un hito histórico que quedará en la memoria colectiva y será recordado por las generaciones futuras como un ejemplo inspirador de unidad y determinación. Destaca la importancia de la defensa de los recursos naturales y el papel fundamental de la comunidad en la búsqueda de la justicia ambiental.

Que esta historia nos motive a todas a unirnos y defender nuestros bienes naturales, construyendo así un futuro sostenible en armonía con la naturaleza.