Paula Irene del Cid Vargas / La Cuerda

Los sueños se hacen reales cuando somos capaces de imaginar claramente lo que deseamos. Al precisar el punto de partida y el de llegada, es más fácil identificar nuestras debilidades, fortalezas, amenazas y oportunidades, las tareas a realizar, con quiénes podemos contar y los obstáculos a remontar. 

Hace diez años, integrantes de organizaciones de mujeres, feministas, indígenas y campesinas nos dimos a la tarea de reunirnos para hablar sobre Buen Vivir o Ütz’ Kaslemal, y lo concebimos como «un proyecto político de vida, un proceso de satisfacción y bienestar colectivo para potenciar la vida en equilibrio de la Madre Naturaleza y el cosmos para lograr la armonía». Es una forma de pensar, vivir, sentir, en la que la existencia se experimenta como algo profundamente espiritual. Se concibe que todo, tierra, montañas, agua, plantas, sol, luna, estrellas, minerales y humanos somos parte de un gran tejido en constante movimiento, de tal forma que, cuando algo se desequilibra, tiene efecto en su totalidad.

Desde este punto de vista, el modelo neoliberal, basado en un crecimiento económico infinito es desequilibrante, ya que requiere de un constante consumo energético. Según expertos, al ritmo de la demanda actual, para 2070, la reserva de petróleo, gas natural y carbón, elementos que han estado durante millones de años en el planeta, se habrán agotado. Es una matriz económica-energética que ocasiona el calentamiento global, destruye la biodiversidad, acumula desechos y contamina, pone en riesgo la salud animal y humana, y empobrece física, emocional y físicamente. Las disputas por el control de las reservas energéticas, provocan guerras como la invasión de Rusia a Ucrania; o cambios en la geopolítica, es por ello que la Unión Europea, tratando de buscar fuentes alternativas de energía, y para disminuir su dependencia de las reservas rusas (45 % del suministro de gas en Europa proviene de Rusia), ha decidido retomar de forma sistemática relaciones con Latinoamérica, tratando de competir con la presencia de EE. UU. y China.

En Guatemala, los funcionarios de turno en los últimos treinta años, facilitaron políticas extractivistas que les han enriquecido a ellos, a empresarios nacionales e internacionales. Ellos son responsables de la devastación en nuestro territorio, y del despojo, empobrecimiento y expulsión de millones de guatemaltecos. 

En Iximulew requerimos personas en el gobierno que resguarden los bienes naturales, que tomen medidas para reparar el daño ocasionado a los ecosistemas y que incorporen a los programas educativos y culturales la idea de que las personas dependemos de los ecosistemas y que tenemos una responsabilidad con su cuidado. 

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Hemos vivido muchos años en desequilibrio, así que, de acuerdo al Tojil, uno de los principios de la cosmovisión maya relacionado con la reciprocidad, implica una conciencia retributiva, que dicta hacer lo justo, hacer lo que corresponda, devolver lo que se ha tomado, para restituir el equilibrio. Otro aspecto de este principio es que hacer lo justo y hacer que todo vuelva al equilibrio, es una acción que se hace sin pesar, de buena gana dirían las abuelitas. 

Corresponde recuperar el equilibrio y la armonía será una tarea inmensa:  procesar y devolver el agua limpia a los ríos y mares, invertir en plantas procesadoras de desechos sólidos, organizar el trabajo y el territorio para que todos puedan comer dignamente sin ocasionar daños irreparables. Es un Tojil ilusionante el que plantea la convivencia en armonía entre humanos y con la naturaleza.

Para construir un Buen Vivir donde todas las personas nos sintamos incluidas es necesario dialogar con personas de distintos pueblos, edades, intereses sobre su contenido, principios, hacer explícitos los caminos que pueden tomarse para lograrlo y organizarse para ello. Necesitamos condiciones adecuadas para enriquecer estas ideas, sentirnos libres para dialogar. Se requiere espacio, tiempo, tranquilidad para poder manifestar el disenso, para poder equivocarse y volver a tratar.

Con los análisis, pronunciamientos y movilizaciones que distintos sectores de la población han realizado en el marco del proceso electoral, exigiendo respeto a la voluntad de que el Movimiento Semilla esté presente como posibilidad en la administración del ejecutivo, se manifiesta un creciente interés de participar en un sueño colectivo y se siente que existen posibilidades de llegar a vivir los inicios de una vida plena en estas tierras.