La Alerta Isabel Claudina y el Mecanismo de Búsqueda Inmediata de Mujeres Desaparecidas está vigente desde agosto de 2018. Sin embargo aún falta mucho por hacer para mejorar los mecanismos de búsqueda.

Mariela Castañón / laCuerda

Pamela Molina Barrios, una maestra joven de educación primaria, desapareció cuando salió de su casa para gestionar su boleto de ornato, en la Municipalidad de Villa Nueva, el 3 de diciembre de 2020. El fiscal del Ministerio Público (MP) que llevaba el caso en Villa Nueva, preguntaba a la mamá de la joven desaparecida si Pamela “se había ido con el novio”, en lugar de actuar para encontrarla. 

La joven apareció muerta el 5 de diciembre de 2020 y, a pesar de que había una muestra de ADN del padre de la joven para cotejar con el cuerpo de ella, el INACIF procesó la prueba varios días después. Fue hasta el 18 de diciembre de ese año cuando confirmaron su identidad. 

Karla Campos, del Grupo de Apoyo Mutuo (GAM), indica que este tipo de falencias siguen impidiendo la localización inmediata de mujeres, la posibilidad de salvar sus vidas y de recolectar evidencia clave para dar con las personas responsables. 

La Alerta Isabel-Claudina fue nombrada de esta manera, en memoria de dos mujeres que tras desaparecer, fueron víctimas de violencia. Se trata de María Isabel Véliz Franco, de 15 años, y Claudia Isabel Velásquez Paiz. Desaparecieron, respectivamente, el 16 de diciembre de 2001 y el 12 de agosto de 2005. Sus cuerpos fueron encontrados con señales de violencia física y sexual. 

Para Carmen López, abogada y fundadora de la Convergencia Cívico Política de Mujeres, una de las dos organizaciones sociales que integran la Coordinadora Nacional del Mecanismo de Búsqueda Inmediata de Mujeres Desaparecidas, la alerta Isabel-Claudina es necesaria en el país, pero en la actualidad, todavía hace falta coordinación y actuación por parte de las instituciones estatales que la integran. 

Claudia Hernández, directora de la Fundación Sobrevivientes, comenta que la divulgación de las alertas es únicamente por redes sociales, pero en algunos departamentos y municipios aún se desconoce la existencia de este mecanismo porque “no hay un presupuesto para hacer otro tipo de divulgación y activar este mecanismo.  Mucha gente todavía desconoce que existe una Alerta Isabel-Claudina y donde puede acudir para activarla”, explica.

Según el Observatorio de la Mujer del MP, hasta el 5 de diciembre de 2021, se habían activado 6,080 alertas por desaparición de mujeres en el país y 89%, es decir, 5,407 de ellas se desactivaron porque las mujeres fueron localizadas. Lo que no aporta la información del Observatorio del MP es si se han cometido otros delitos contra su vida, si algunas de ellas fueron víctimas de femicidio o violencia sexual o si ellas huyeron junto con sus hijas e hijos de una situación de violencia machista. Sin responder a estas preguntas es difícil entender como “positivo” el 89% de alertas desactivadas y permanece la deuda del Estado guatemalteco con las mujeres porque no se aborda en profundidad el problema de la desaparición.  

¿Cómo lograr plena efectividad?

Las profesionales consultadas coinciden en cuatro puntos que podrían mejorar el mecanismo de búsqueda:

  1. Fortalecer a todas las instituciones que integran la Coordinadora de Búsqueda, como la Policía Nacional Civil (PNC) que realiza el trabajo operativo, pero regularmente no tiene suficientes insumos para funcionar.
  2. La creación de un centro específico que tenga su propio presupuesto, personal específico para investigación y que cuando se active una alerta Isabel-Claudina comience el proceso y, si se detecta la comisión de un delito, lo traslade al MP para que actúe de oficio.
  3. La implementación de un mecanismo que sancione o deduzca responsabilidades al funcionariado que no actúe a cabalidad con la Ley de Búsqueda Inmediata de Mujeres Desaparecidas y la Alerta.
  4. Reformas a la Ley de Búsqueda Inmediata de Mujeres Desaparecidas e integrar al INACIF a la Coordinadora de Búsqueda.

laCuerda buscó una postura del MP para conocer su opinión por las falencias aquí señaladas, así como su propuesta para fortalecer la Alerta Isabel-Claudina, pero al cierre de esta publicación no fue posible obtener respuesta.