En las últimas dos semanas Consuelo Porras ha tomado el control total de la Fiscalía Especial contra la Impunidad (FECI), la unidad clave del Ministerio Público en materia de corrupción. El primer paso fue quitar del camino al jefe, Juan Francisco Sandoval. La crisis se asemeja a lo que ocurrió en 2019, cuando el blanco de los ataques era la CICIG.

Jody García / laCuerda

Hace tres años fue Iván Velásquez, el jefe de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG). En septiembre de 2018, el gobierno de Jimmy Morales le impidió el ingreso al país y con ello inició su plan para descabezar a la entidad y luego terminar por cerrarla.

Tras el fin de la era de la CICIG en Guatemala, para los acusados en los grandes casos de corrupción y sus aliados, la FECI era el siguiente enemigo a destruir.

David Gaytán, consultor en materia de transparencia y justicia, considera que la Fiscal General Consuelo Porras está aplicando la misma estrategia que usó Jimmy Morales, de descabezar a la entidad para acabar con la FECI, la cual heredó los casos de la CICIG y ahora tramita alrededor de 200 investigaciones que involucran a quienes detentan poder y quienes operan políticamente en su nombre o en beneficio de sus intereses y que, según reveló Juan Francisco Sandoval, estaba cerca de encontrar vínculos entre el presidente Alejandro Giammattei con casos de corrupción.

Fotografía: Tomada de ConCriterio

“Primero quieren quitar del camino a quien lidera. Antes fue Iván Velásquez, ahora es Juan Francisco Sandoval y al mismo tiempo comienzan con estrategias de intimidación con el resto de trabajadores. Quieren que los fiscales de la FECI tengan miedo y temor de perder su trabajo si no inician acciones legales contra quien fue su jefe”, señaló Gaytán.

El pasado 23 de julio, Porras despidió a Juan Francisco Sandoval, jefe de esa fiscalía por oponerse a una de sus decisiones. El ex fiscal, con apoyo de su abogada Claudia González, presentó un amparo en la Corte Suprema de Justicia (CSJ) alegando que su destitución fue ilegal y arbitraria y que atentó contra sus derechos laborales y su carrera de 18 años en el Ministerio Público (MP).

Con Sandoval afuera, premiado por el Departamento de Estado de Estados Unidos como un Campeón Anticorrupción, Porras busca quien siga sus instrucciones sin cuestionamientos.

El nuevo jefe de la FECI

El 3 de agosto, a través de un comunicado de prensa, el MP anunció a Rafal Curruchiche como el nuevo jefe de la FECI. Esto luego de que Porras removiera del cargo a Carla Valenzuela, nombrada inmediatamente después de la destitución de Sandoval.

En los pocos días que estuvo en el cargo, la fiscal Valenzuela tampoco siguió al pie de la letra las demandas de la Fiscal General y se opuso a nombrar a Cinthia Monterroso como encargada de todos los casos que se tramitan en el juzgado de la jueza Erika Aifán, entre ellos los que involucran a Gustavo Alejos y a quienes dirigen empresas constructoras, así como a financistas de la campaña del expresidente Jimmy Morales.

Monterroso también recibiría la investigación por el hallazgo de Q122 millones en efectivo en una casa de Antigua Guatemala vinculados al ex ministro de Comunicaciones José Luis Benito.

La fiscal Monterroso ha sido cuestionada por presentar acciones contra Aifán, jueza que la denunció de vuelta por posible obstrucción a la justicia. Sandoval fue despedido por oponerse a que Monterroso tomara los casos de la FECI por considerarla no idónea y Carla Valenzuela siguió la misma línea.

Ante eso, Porras designó a Rafael Curruchiche como nuevo jefe de la FECI.

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Curruchiche deja la Fiscalía de Delitos Electorales, desde dónde dirigió la investigación contra Francisco Solórzano Foppa, ex jefe de la Superintendencia de Administración Tributaria y ex investigador del caso La Línea; Aníbal Argüello, ex analista de la CICIG, y más de 5 personas más por supuestamente cometer ilegalidades en su intento por abrir un partido político. Los señaló de falsedad ideológica por anomalías en un acta, y por asociación ilícita y conspiración, estos últimos dos delitos contemplados en la Ley contra el Crimen Organizado.

En una semana de audiencias, Curruchiche vio cómo su caso se caía. El juez Isael Zelada dejó en libertad a Foppa, Argüello y cuatro personas más bajo el argumento de que la investigación carecía de sustento y desestimó los delitos de conspiración y asociación ilícita.

Mientras el juez Zelada leía su resolución, el fiscal fue grabado dibujando lo que parecían garabatos en un papel. Curruchiche no apeló el fallo del juez que botó su caso y al siguiente grupo de señalados en el mismo expediente solo les imputó falsedad ideológica, no los delitos vinculados a crimen organizado, lo que levantó sospechas de que el caso se construyó sin sustento contra Foppa y Argüello, quienes en la era de la CICIG fueron parte de la lucha contra la corrupción.

 

Curruchiche también tiene antecedentes de beneficiar a cinco empresarios, José Fraterno Vila, Salvador Paiz, José Miguel Torrebiarte, José Guillermo Castillo y Felipe Bosch Gutiérrez involucrados en el caso de financiamiento irregular en la campaña de Jimmy Morales. En 2019 pidió cerrar el caso en su contra sin tomar en cuenta a la CICIG y a la Procuraduría General de la Nación (PGN). Por este hecho la jueza Aifán ordenó que fuera investigado.

Este nombramiento ha levantado reacciones internacionales. Samantha Power, administradora de USAID, cuestionó en Twitter que la Fiscal General Consuelo Porras nombró en el cargo a Curruchiche, un “abogado conocido por tomar represalias contra los defensores de la lucha contra la corrupción”.

Incluso Juan Francisco Sandoval se pronunció en un video y llamó a Curruchiche un “representante de los intereses de los corruptos” y al mismo tiempo felicitó a Carla Valenzuela por mantener una postura independiente de Porras.

¿Qué va a pasar en la FECI?

Fuentes consultadas afirman que el personal de la FECI sigue a la expectativa y manifiesta  temor de perder sus casos o sus trabajos. Con Curruchiche como jefe se garantiza que las instrucciones de Consuelo Porras no serán cuestionadas y que la fiscal Cinthia Monterroso tendrá a su cargo algunos de los casos claves, a pesar de las dudas de su imparcialidad.

“Con Curruchiche en la FECI no hay investigación, caso o fiscal que esté a salvo”, dijo una fuente que pidió no ser citada por miedo a represalias.

El consultor David Gaytán consideró que el plan es quitar del camino a quienes luchan contra la corrupción y desbaratar los casos. En esa línea se prevé que Curruchiche acelarará las gestiones para girar una orden de captura contra Juan Francisco Sandoval, quien actualmente se encuentra exiliado de Guatemala.

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En el plan para acabar con esta fiscalía, también está en camino otra estrategia. En la Corte de Constitucionalidad (CC) está en trámite una inconstitucionalidad en contra del acuerdo de creación de la FECI. Una más ya fue rechazada de forma provisional pero sigue siendo analizada para una resolución definitiva.

La lucha contra la FECI y quienes lucharon por la justicia avanza, mientras que las organizaciones indígenas, campesinas, civiles, estudiantiles y religiosas se organizan para manifestar y exigir la renuncia contra Consuelo Porras y Alejandro Giamamattei.

Ya hubo un paro nacional y para los próximos 5 y 6 de agosto está convocado uno más.